La humillante derrota que sufrió la selección boliviana de fútbol, es simplemente el reflejo de una desastrosa dirigencia que maneja el fútbol nacional, con presidentes de clubes profesionales que se atreven a darle la espalda a la ‘Verde’, presidentes de asociaciones que se aferran al cargo y no hacen absolutamente nada para mejorar el fútbol base, solo para ver cómo se prorrogan en el cargo, los futbolistas junto a su agremiación que lo único que hacen es perjudicar y aparecer cuando de cobrar se trata, pero de propuestas coherentes y realistas, nada de nada y a eso sumarle que el otrora ‘equipo de todos’, tiene un director técnico arrogante que se cree dueño de la selección y toma decisiones como si fuera el amo y señor, sin pensar que primero es un empleado más de la federación y este es un equipo que representa a más de 11 millones de bolivianos y no a un tipo con aires de grandeza, QUE NO GANÓ ABSOLUTAMENTE NADA.
PUDO HABER SIDO 8, 9, 10…
Si fueron cinco, pudieron haber sido seis. U ocho. La dimensión de lo que generó Brasil ante Bolivia pudo haber estado atado al desfase entre selecciones aunque no debe perderse de vista la construcción colectiva de Tité. Su equipo es solidario, trabaja en bloque y es implacable cuando cambia de velocidad. La suma de talentos, en cualquier caso, es su mayor virtud.
Existió una evidente falta de equivalencias entre Brasil y Bolivia. Farías asumió un riesgo demasiado alto al intentar jugar en 25 metros. Para tal repliegue hubiera resultado necesaria una sincronización que su equipo no tuvo: se mostró demasiado permeable y hasta endeble en lo físico –incluso hubo recuperaciones sorpresivamente sencillas de un rápido y quirúrgico doble pivote.
Con el 1-0 -Marquinhos cabeceó un centro de Danilo ante una permisiva liviandad defensiva- el partido ya estaba resuelto. Brasil incluso pareció regular cargas sabiendo que Weverton no sufriría e intentando sortear laberintos de medias negras.
Aunque a pesar de dosificar sus propios esfuerzos Brasil nunca cedió el control de la pelota, alcanzando cifras de posesión que por momentos superaron el 80% de tenencia. Dato reflejado en el segundo gol: una paciente combinación de derecha a izquierda que derivó en un centro de Renan Lodi que Firmino empujó. Pudo haber ampliado Coutinho y también Casemiro.
El arquero no pudo evitar el doblete de Roberto F. Fue cuando el Scratch aceleró y abrevió en pocos toques una salida con posterior desequilibrio vertical de Neymar. El crack ensayó una pausa en velocidad -sí, él lo hace posible- y tocó profundo para Firmino. Ney, en su show, tuvo fintas inconclusas aunque indudablemente bellas, como la que remixó con caño, pisada, y que no llegó a ser gol por poco… Aunque su pase vía aérea para habilitar a Coutinho en el 5-0 fue tan valioso como un túnel. Posiblemente Bolivia sea otra en La Paz. De por sí diezmado por cuestiones políticas -hubo clubes que no cedieron futbolistas para las Eliminatorias- al equipo le faltaron Marcelo Martins, Jaume Cuéllar, Alejandro Chumacero y Boris Céspedes. Un cuarteto que Farías reservó para jugar en el Siles ante Argentina. Pues en el Arena de San Pablo la selección boliviana no estuvo a la altura…