Novia puso marihuana en la cena de su boda y desató un caos

Jeffrey Belmonte se dio un festín con albóndigas, ensalada César y pan con aderezo de hierbas en la boda de la prima de su esposa en Longwood, Florida, y luego se sintió extraño, hormigueante e inquieto. Su cuñada también se mareó y se encontró sobre sus manos y rodillas, vomitando su cena. Miranda Cady, que conocía a la novia a través de amigos, también comió el pan y el aceite de oliva. Más tarde sintió que su corazón se iba a detener. Fue a su automóvil y estaba tan aterrorizada de morir allí que envió un mensaje de texto para que la gente supiera lo que le había sucedido.

Esos fueron los relatos que los invitados a la boda de Danya y Andrew Svoboda dijeron a las autoridades después de la recepción celebrada el pasado febrero. Sus sospechas de estar drogados se confirmaron más tarde cuando dieron positivo por marihuana. Los investigadores estimaron que unas 50 personas asistieron a la fiesta. Ninguno de los invitados, según indicaron, sabía que había marihuana en la comida.

Ahora, DanyaSvoboda y la encargada del banquete de bodas, Joycelyn Bryant, han sido acusadas de manipulación de alimentos y distribución de marihuana, ambos delitos graves, así como negligencia, un que es un delito menor.Todos los relatos en los documentos judiciales que detallan la recepción de la boda de los Svoboda provienen de adultos que experimentaron la droga en varios niveles. Cabe señalar que en Florida, la marihuana medicinal es legal, pero el uso recreativo sigue prohibido.

Douglas Postma, el tío del novio, dijo a los agentes que no había consumido marihuana durante muchos años hasta que comió los alimentos de la boda, según una declaración jurada de arresto. Se había sentido diferente antes, dijo. Esta vez, su corazón comenzó a acelerarse y comenzó a tener “pensamientos locos”, dice la declaración jurada.Al salir a la pista de baile, Cady encontró a la novia, DanyaSvoboda, y le preguntó si había puesto cannabis en el aceite de oliva, dijo a los agentes. Svoboda dijo “sí”, sonriendo y actuando como si le hubiera dado un “regalo” a Cady. Agencias