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El fenómeno de las «alucinaciones» de ChatGPT es ampliamente conocido. Sin embargo, ahora está emergiendo una inquietante tendencia en la que algunos usuarios están experimentando sus propios delirios y manías espirituales tras interactuar intensamente con la inteligencia artificial (IA).
Usuarios de todo el mundo comenzaron a compartir cómo sus seres queridos habían cruzado una línea invisible entre lo digital y lo delirante: creyéndose elegidos por la IA, recibiendo misiones sagradas, conversando con «ChatGPT Jesús» o asegurando que el modelo es, en efecto, Dios. Por ejemplo, una profesora de 27 años relató cómo su pareja de siete años había caído bajo el hechizo del chatbot en apenas un mes. Lo que comenzó como una herramienta para organizar su agenda se transformó rápidamente en algo mucho más perturbador. «Se emocionaba con los mensajes y lloraba mientras los leía en voz alta», explicó. Agencias.