Olga Rojas, una mujer luchadora y sacrificada está a punto de cumplir 92 años y hace más de 70 se dedica a lavar ropa, pese a su avanzada edad derrocha energía, y es así que, se presentó en la Red Unitel que la declaró Cochabambina de Oro.
Fue una mañana cargada de emoción pues Olga cumplió su sueño que era “Dar la Nota”; un programa de Unitel en el que los concursantes deben llegar a la nota de la canción elegida por ellos, interpretó el tango Madre Selva del Carlos Gardel. Mostró su capacidad, pero además una memoria perfecta pues cantó todo el tema.
“La cochabambina de Oro”, además de cantar pidió bailar el rock and roll, se lució con sus pasos que reflejaron a la perfección como se bailaba cuando ella era jovencita.
Si bien, Olga no quiso hablar sobre su niñez, pues los recuerdos son muy duros en la actualidad tampoco lleva una vida fácil, puesto que todos los días se levanta a las 7.00 y parte rumbo a el sector de lavar ropa en la avenida Simón López, donde se queda hasta las 18.00, a esta hora retorna a su domicilio en el municipio de Tiquipaya por el Hotel Regina, es decir, no es un recorrido corto.
Diariamente lava gran cantidad de ropa con lo que logra cubrir el alquiler de su casa, pero su sueño es trabajar cantando en televisión para obtener recursos y acceder a un anticrético.
La señora Olga se jubiló hace 20 años del Hospital Viedma donde trabajaba lavando las sábanas, batas, entre otros, posteriormente dedicó el 100% de su tiempo a continuar con su actividad, pero ya no dentro el hospital.
La señora Olga es un ejemplo de lucha y perseverancia pues no se rinde y si bien vive humildemente esto no impide que disfrute de su vida y siempre regale una sonrisa a quienes la conocen, además la ilusión no se aleja de ella, pues continúa trabajando en cumplir sus sueños.
Mientras estuvo como invitada en la Revista no se cansó de agradecer a los conductores, pero sobre todo a dios por permitirle estar en televisión y mostrar su talento. Olga afirmó que quiere que la recuerden como una mujer alegre que canta y baila a la vida.