A tan solo un mes y medio de que las nuevas autoridades asuman sus curules en el Concejo municipal de Quillacollo, las actuales autoridades van finalizando su gestión en medio de más sorpresas.
Después de permanecer ausente por más de dos años por su detención, el concejal Víctor Osinaga, del Movimiento al socialismo, reapareció y retornó a desempeñar funciones como legislador en Quillacollo y aseguró que los procesos de presunta corrupción en su contra “son políticos”.
Osinaga fue imputado junto al exalcalde Zacarías Jayta por el presunto cobro de diezmos y venta de cargos en la Alcaldía de Quillacollo el 31 enero de 2019. Caso que se investiga bajo el rótulo de «audios de la corrupción». Por eso estuvo recluido en el penal de San Pablo.
«No existe ningún impedimento legal que evite que mi persona pueda cumplir con su función constitucional en el Concejo; puesto que, estamos con libertad. En base a eso es que mandamos una nota para reincorporarnos para trabajar coadyuvando en esta etapa de transición», aseveró.
El concejal mencionó que los procesos que se siguen en su contra son «políticos» y que se iniciaron por intereses personales, porque en su momento él se habría negado a ser parte del «pasanaku» de alcaldes.
Una vez retornado al pleno aseguró que apoyara en el proceso de transición para que los nuevos concejales asuman sus cargos.
Osinaga y Zacarías Jayta ex alcalde, protagonizaron uno de los escándalos más sonados de Quillacollo cuando fueron acusados de realizar negociaciones incompatibles con el ejercicio de sus funciones públicas y hacer uso indebido de influencias.
Supuestamente, Jayta y Osinaga recibían la mitad del dinero que cobraban las empresas que se adjudicaban obras en Quillacollo.