El pabellón de quemados del hospital del niño Manuel Ascencio Villarroel trabaja con el 50% de su personal, porque muchos de ellos se encuentran aislados por tener coronavirus, mientras otros solicitaron licencia por tener enfermedades de base o encontrarse entre la población vulnerable.
El responsable interino de este pabellón, Juan Pablo Quiroga, informó que los médicos y enfermeras deben doblar turnos para continuar atendiendo a los niños que llegan con quemaduras de segundo y tercer grado, que necesitan ser internados.
Explicó que al momento se tiene a seis menores internados, pero afortunadamente ninguno tiene coronavirus, aunque sí hubo dos casos sospechosos que en los laboratorios salieron negativo.
Por último, lamentó que en la cuarentena hayan continuado los accidentes donde niños resultan con severas quemaduras. “Todos los accidentes son en casa, casi siempre por descuido de los padres, porque los niños están solos. Pero ahora casi todos están en casa, pero los accidentes continúan”, comentó.