Un paciente puso en ascuas al Hospital La Paz. El hombre de 70 años, sospechoso de tener COVID-19, fugó del nosocomio, sin embargo, tras empeorar situación, fue retornado al centro médico, pero tampoco quiso internarse y hasta amenazó al personal si no cumplía sus requerimientos.
La información fue proporcionada por el epidemiólogo del hospital, Miguel Ángel Valverde, quien indicó que el paciente, oriundo de El Alto, ahora está en su domicilio bajo seguimiento del Sedes.
Según el médico, la paciente ya llevaba una semana en el Hospital La Paz y, si bien se buscaba derivarlo a un centro COVID, por las limitaciones y falta de pruebas, no se pudo realizar el traslado.
Aseguró que el paciente estaba internado en un lugar aislado y con tratamiento para COVID, pero ya tenía quejas, puesto que no estaba conforme con el aislamiento y quería recibir visitas.
Señaló que el paciente, aprovechando una visita médica en la sala de emergencias, fugó del nosocomio.
Fugado del centro médico, el paciente se puso “mucho peor” en su casa, por lo cual su familia lo llevó de nuevo al hospital, indicó el epidemiólogo.
El personal habilitó el área de aislamiento para recibir al paciente, pero éste rechazó la internación.
El médico relató que el paciente exigía que le doten de un tubo de oxígeno para llevar a su domicilio, pero se lo negaron puesto que es material para las personas hospitalizadas y, además, requiere supervisión para su uso.
Denunció que el hombre incluso se quitó el barbijo, como una amenaza si es que no se cumplía sus exigencias.
El paciente volvió a su domicilio. El epidemiólogo lamentó que la situación, dado que el hombre de 70 años tiene mayor dificultad respiratoria y es posible que necesita asistencia ventilatoria.
Indicó que el Sedes ahora debe hacer seguimiento del caso y buscar un centro COVID para internar al paciente.
Dijo que el mayor tropiezo en este caso es que el paciente y su familia entiendan que requiere de una atención hospitalaria y que el manejo no puede ser domiciliario. Agencias