Países que confiaron en vacunas chinas tienen rebrotes de covid

Un informe de The New York Times indica que más de 90 naciones están aplicando fórmulas creadas en el país asiático, que ahora parecen no responder a los efectos de las nuevas variantes

Algunos países sufren actualmente nuevos brotes de COVID-19 a pesar de mantener unas altas tasas de inoculación de vacunas mayoritariamente fabricadas en China, lo que sugiere que estos preparados pueden no ser tan eficaces en la lucha contra el coronavirus y sus nuevas variantes, aseguró este miércoles The New York Times.

El periódico neoyorquino ha desarrollado una investigación basada en datos de contagio de COVID-19 en algunos países que han usado de forma mayoritaria vacunas chinas como las islas Seychelles, Mongolia o Chile.

Mongolia prometió a su gente un “verano sin COVID”. Bahrein dijo que habría un “regreso a la vida normal”. La pequeña nación insular de las Seychelles tenía como objetivo reactivar su economía, afirma The New York Times.

Los tres depositaron su fe, al menos en parte, en las vacunas de fabricación china de fácil acceso, que les permitirían implementar ambiciosos programas de vacunación cuando gran parte del mundo no las tenía.

Pero en lugar de estar libres del coronavirus, los tres países han sufrido repuntes de las infecciones.

China inició su campaña de diplomacia de vacunas el año pasado al comprometerse a proporcionar una inyección que sería segura y eficaz para prevenir casos graves de COVID-19. En ese momento, era menos seguro el éxito que tendrían esta y otras vacunas para frenar la transmisión.

Ahora, ejemplos de varios países sugieren que las vacunas chinas pueden no ser muy efectivas para prevenir la propagación del virus, particularmente de las nuevas variantes.

Las experiencias de esos países ponen al descubierto una dura realidad que afronta el mundo post pandémico: el grado de recuperación puede depender de las vacunas que los gobiernos administren a sus ciudadanos, precisa The New York Times.

En Seychelles, Chile, Bahrein y Mongolia, del 50 al 68 por ciento de la población ha sido completamente inoculada.