En medio de la pandemia mundial por el coronavirus y luego de la lluvia de meteoritos que tuvo lugar los últimos días, los ríos del noreste argentino sufrieron una baja considerable de caudal.
La mayoría de los saltos de las Cataratas del Iguazú en Misiones lucen secos y el río Gualeguaychú, afluente del curso inferior del río Uruguay, se puede cruzar caminando debido a que su altura llegó a apenas 30 centímetros.
Sumado al hecho de que no llueve, Brasil y Paraguay parecen estar cerrando las compuertas de sus represas para prepararse ante la sequía. Por eso los saltos de las Cataratas de Iguazú (Misiones) lucen tristes, sin caudal, en medio de un panorama impactante.
Otros torrentes del área como el Paraná, el Iguazú, el Paraguay y el Uruguay también se mantienen muy bajos.
El paisaje preocupa no solo por los efectos sobre la flora y la fauna local, sino también por el impacto que puede generar para el turismo una vez que se levanten las medidas de confinamiento social. Agencias