le costó la vida a una persona.
Se trata de los famosos “grupos” que agrupan a hombres y mujeres de diferentes edades, conocidas como pandillas, cuya presencia es denunciada constantemente por vecinos de la zona sur debido a que en muchas ocasiones son los autores de hechos de inseguridad.
Uno de los lugares que concentra la presencia de las pandillas es Villa Pagador, donde para nadie es un secreto que existen, por lo que también viven atemorizados.
“Demasiada inseguridad, estamos preocupados, aterrados”, “bicicletas están quitando, celulares están quitando, hasta en trufi entran a quitarles”, lamentan vecinos.
SUMAN VÍCTIMAS
Son múltiples los casos que se relacionan con su existencia, 2012 una mujer embarazada fue encontrada muerta en la zona de río seco de Villa Pagador, 2021 un adolescente de 15 años murió tras ser baleado por pandilleros como represalia por no unirse a su grupo, en el mismo año un joven apareció muerto en el parque Alto Alianza luego de ser visto junto a pandilleros bebiendo una noche antes.
Y finalmente, durante este pasado fin de semana la pelea de dos pandillas al interior de un local terminó con la muerte de un joven que fue apuñalado en el cuello y otros dos con heridas punzocortantes en todo su cuerpo.
MARCAN SU PRESENCIA EN LAS CALLES
Las pandillas que en ocasiones se disputan los territorios dejan grafitis en paredes haciendo gana de su presencia en las calles. Según los testimonios de vecinos, además se dan a la tarea de reclutar a jóvenes e incluso adolescentes.
“Es peligroso, aquí celulares cosechan, dicen”, “a las chicas les dan ahí tipo obligándolas a estar juntas con ellos, les incitan a tomar, haciendo sus cosas, a veces están casi sin ropa”, señalan vecinos.
Las pandillas además usan infraestructuras abandonadas o sin uso como guaridas donde consumen bebidas alcohólicas o son el escenario de peleas.
“En esta canchita toman, chicos pelean, toman chicas con sus bebés, no hay seguridad en Sebastián Pagador”, agrega otra vecina.
La preocupación de los vecinos es la misma, la inseguridad, la falta de presencia policial y la proliferación de chicherías clandestinas.
“De día de noche, lo mismo están robando celulares, aquí no había eso, pero ahora hay, harto demasiada inseguridad”, “con miedo, yo me entro a las siete y no salgo de mi cuarto a partir de las siete, no salgo ya, tengo miedo porque con moto caminan aquí quitando celulares”, aseguran.