David Aruquipa y Guido Montaño luchan por el reconocimiento legal de su unión, que sería la primera entre personas del mismo sexo en Bolivia, y lamentan que su demanda no figure en la agenda de la campaña electoral en curso.
David, administrador de empresas de 48 años, y Guido, abogado de 45, comparten una vida común desde hace más de una década. «El 6 de agosto hemos cumplido 11 años», dice a la AFP David, en el apartamento de La Paz donde vive con Guido.
Ambos muestran una fuerte inclinación al catolicismo, pues en una habitación tienen decenas de cuadros e imágenes religiosas. En otra sala, sobre una mesa, hay multicolores máscaras de bailarines de la festividad folclórica de Oruro en honor a la Virgen del Socavón.
También tienen fotografías familiares. En una aparece Guido con sus padres. «En esta estábamos ‘changuitos’ (muchachos), mozuelos», afirma David señalando otra foto. Ambos emprendieron una cruzada para que el Estado boliviano reconozca su «unión libre o de hecho».
«El amor es amor»
El 5 de octubre de 2018 acudieron al Servicio de Registro Cívico (Sereci) para solicitar la inscripción de su unión. Sin embargo, el trámite legal fue rechazado por esa entidad pública. El Servicio argumentó para la objeción que las leyes bolivianas no contemplan la unión entre personas del mismo sexo, lo que motivó que la pareja iniciara una batalla legal para revertir la decisión.
El Sereci invocó el artículo 63 de la Constitución Política del Estado de Bolivia, que señala que el matrimonio es entre una mujer y un hombre y que «las uniones libres o de hecho (…) sean mantenidas entre una mujer y un hombre sin impedimento legal, y producirán los mismos efectos que el matrimonio civil».
Empero, los demandantes invocaron normas y acuerdos internacionales. Destacaron que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) se pronunció a favor de la identidad de género, igualdad y no discriminación a parejas del mismo sexo. Agencias