Presidio perpetuo y 15 años extras recibió un teólogo adventista identificado como M.A.O.B, quien en el transcurso de 10 años creó una red de pedófilos para abusar y violar a su hijastra, quien solo tenía 8 años cuando comenzaron los hechos, en la ciudad de Chillán. Y aunque otras 13 personas fueron sentenciadas a penas entre 3 y 17 años, un individuo señalado por la propia víctima como “el peor de todos”, no fue investigado y continúa libre.
El sábado, cinco formalizados quedaron tras las rejas imputados por violación reiterada, estupro y producción de material pornográfico infantil. Los otros nueve -entre las que se cuenta la madre de la víctima-, ya habían accedido a un juicio abreviado, el que les permitirá cumplir una pena de 5 años y un día en libertad vigilada.
Tal como lo reveló la BBCL Investiga, M.A.O.B es un conocido teólogo adventista de la ciudad, donde incluso estaba muy bien considerado puesto que su fachada de hombre bondadoso temeroso de Dios era casi perfecta. Conoció a la niña cuando comenzó a hacerle clases particulares y al tiempo estableció una relación amorosa con la madre, lo que le permitió manipular psicológicamente a su víctima estableciendo un férreo control basado en la culpa sobre ella.
Durante 10 años, abusó sexualmente, grabó y violó a su hijastra, y con el tiempo armó una red de cómplices para que hicieran lo mismo.
“Es importante destacar que el tribunal acogió la circunstancia comisiva que planteó la Fiscalía, esto es que la víctima estaba incapacitada para oponer resistencia, pero ésta no era una incapacidad física, sino que psicológica”, detalló el persecutor.
“La teoría que planteamos es que el imputado principal, al llegar a temprana edad a la vida de la víctima, cuando ella tenía 8 años, la empieza a programar para que entendiese que las conductas a las cuales fue expuesta eran normales y fue así que logró aprovecharse, tanto él como los otros condenados, de esa programación que generó en la víctima”, cerró Urra. Agencias