Un pastor evangélico fue denunciado por pedir sexo a una mujer de su iglesia a cambio de mercadería, aprovechando la humilde situación económica de la creyente.
La víctima le contó lo ocurrido a la esposa del pastor y después de eso dejó de participar del culto.
La víctima, que concurrió a la iglesia por el período de tres meses, radicó la denuncia en la Comisaría de la familia. Ese mismo día, la jueza de Paz Georgina Garro resolvió una prohibición de acercamiento a la mujer, notificó al pastor y lo citó para que declarara su versión.
«Denunció al pastor por actos de hostigamiento y perturbación que afectaban su integridad moral y sexual», explicaron desde el Poder Judicial.