Pedófilo secuestró, torturó y violó a una niña de 3 años

Estuvo atada de pies y manos con cinta de embalaje por 15 horas, hasta que fue encontrada por oficiales de la Policía. La pequeña de 3 años de edad permanecía en un estado de shock traumático, luego que un hombre de 48 años la llevara secuestrada hasta una vivienda, la torturara y abusara sexualmente de ella.

Juan Antonio Enríquez García, el ‘Monstruo de Chiclayo’, aprovechó la distracción de sus padres para llamar la atención de la menor y subirla al auto que conducía y luego llevarla hasta la vivienda ubicada en la urbanización El Santuario de Chiclayo, donde cometió toda clase de abuso en contra la menor hasta dejarla inconsciente.

Los padres de la menor, al no poder encontrar a su hija, pidieron ayuda a la policía y enviaron mensajes a través de las redes sociales. Un audio de WhatsApp de la madre que se volvió viral en la ciudad e inmediatamente movilizó a todos los vecinos, quienes compartieron fotografías de la menor. Previamente, las imágenes de las cámaras de seguridad ciudadana lograron captar el momento en que el individuo cargó y se llevó a la menor en su vehículo azul con rumbo desconocido.

“Por favor ayúdenme a difundir, mi hija ha desaparecido, no la encuentro, por favor difundan en la televisión, ayúdenme a publicarlo. Mi hija se la llevó un carro azul, acá en toda la avenida Lora, por favor se los ruego”, dijo entre sollozos la madre en el audio que se viralizó. Rápidamente, taxistas y conductores coincidieron que habían visto esa unidad y se sumaron a la búsqueda de la pequeña.

Efectivos de la División de Investigación Criminal (Divincri) hallaron el vehículo de placa BYM-238 e intervinieron a Enríquez García, quien sin remordimiento confesó que había secuestrado a la menor y la mantenía en el segundo piso de su domicilio, en la urbanización El Santuario de Chiclayo. Un contingente policial llegó hasta la vivienda y halló a la menor en medio de una terrible escena: se encontraba inconsciente sobre unos cartones, atada de pies y manos con cinta de embalaje.

Casi de inmediato, personal de la policía femenina levantó a la niña y la envolvió en un cobertor para trasladarla hasta el Hospital Las Mercedes, donde la doctora Sandra Castillo diagnosticó que la menor se encontraba estable, pero con deshidratación. Los padres llegaron al nosocomio y acompañaron a su hija hasta el Instituto de Medicina Legal (IML), donde tras ser evaluada se confirmó que había sido víctima de violación sexual.

“Quiero que el violador se muera, que lo maten adentro, porque no tuvo piedad con mi hija, no tuvo piedad, es un daño enorme que le ha hecho”, dijo llorando el padre de la menor que había llegado de Paita para ayudar con la búsqueda de su pequeña.

Esta noticia indignó a miles de chiclayanos, quienes se reunieron en los exteriores de la Divincri esperando la salida del agresor para apedrearlo, pero fue resguardado por agentes de la Policía Nacional, recibiendo algunos los golpes de la turba.

Otro grupo de personas, entre colectivos, familiares y amigos cercanos a la familia de la niña, recorrieron las calles portando globos blancos y gritando a viva voz “justicia para Dámaris”, “pena de muerte para el monstruo” y “a los niños no se les toca”. Y un grupo enfurecido de personas prendió fuego a la vivienda donde Enríquez García mantuvo secuestrada a la menor de 3 años. Al conocer el caso, la periodista Juliana Oxenford no pudo contener las lágrimas y lloró en vivo en su programa. “Es una niña de tres años, por Dios”, dijo muy afectada.