Santa Cruz
San Matías es una de las regiones consideradas más violentas por la Policía Boliviana. Se encuentra el una zona fronteriza con Brasil, situación que favorece a los criminales. Durante esta gestión, la institución verde olivo registró 12 asesinatos de personas relacionados con ‘ajuste de cuentas’ por el narcotráfico.
Información compartida entre la Policía Federal de Brasil y de nuestro país revelaron que en San Matías se van concentrando los crímenes más conmovedores cuyos móviles están vinculados a los ajustes, vendettas de dos clanes como el Comando Vermelho y el Primer Comando Capital-PCC.
En una década, la Policía registró la muerte violenta de 200 personas a manos de sicarios que utilizaron armas de fuego.
En lo que va de este año -con 12 asesinatos- se descubrió la existencia de dos bandos como el PCC y Comando Vermelho que buscan manejar todo el poder. Uno de estos clanes incluso confirmó un grupo específico de sicarios denominado ‘Los tiones’ dirigido por un ciudadano brasileño en silla de ruedas.
Los permanentes asesinatos, que no son esclarecidos y quedan en la impunidad, son cometidos con armas de grueso calibre.
La Policía informó que en los últimos diez años cayeron abatidos por disparos de armas de fuego el expresidente del Comité Cívico de San Matías, Nelson Vegui. Este dirigente fue acribillado cuando descansaba sentado en el sillón de su casa mientras miraba televisión. También se registra el asesinato del exalcalde Vito Velarde, de los ciudadanos Pincho Velarde, de Joan Alonzo Mollo, de Johnny de Águila Blanco y de otros.
Los crímenes se ejecutaron en la misma capital de San Matías, así como en el centro turístico La Curicha, en San Vicente y otros lugares.
Los informes de la Policía dan cuenta de que, entre las 200 personas victimadas, también existen mujeres de nacionalidad brasileña. En varias oportunidades -tras las muertes- los sicarios procedieron a enterrar a sus víctimas en fosas comunes. Las pericias detectaron que las personas ejecutadas a balazos fueron sometidas a torturas con golpes de puño y palo. Agencias