En Chile se llama Pampa Parajalla y en Bolivia es Parajaya. Este punto, a 40 kilómetros de Pisiga, se convirtió en una zona crítica porque las bandas criminales habilitaron vías ilegales para cometer delitos, como tráfico de droga o contrabando.
Parajaya está a 38 kilómetros de Pisiga. Esta comunidad tiene cuatro casas, pero los caminos -todos de tierra- son los que abundan. Esta es la nueva ruta que utilizan las mafias en la frontera entre Bolivia y Chile. En el lado boliviano se llama Parajaya y en el lado chileno es Pampa Parajalla. Ahí, las bandas criminales operan traficando droga, armas y personas. Pero, además, introducen vehículos indocumentados.
EL DEBER accedió a un informe de la Fiscalía Regional de Tarapacá de Chile. En el documento califican a Pampa Parajalla como el nuevo “corazón del crimen organizado” en la frontera.
El documento también destaca que en esa “zona roja” existen mafias que trafican droga, armas y migrantes. Estas bandas bordean el cordón montañoso y el volcán Isluga. Ahí hay varias vías ilegales. MAs están en el lado chileno y hay un camino que va directo al municipio de Sabaya, en el lado bolivianos. Pampa Parajalla está dos horas de Colchane y para llegar ahí hay que cruzar vías de tierra y algunos ríos.
Como antecedente, el informe fiscal chileno detalla que en abril de este año la inteligencia policial del vecino país detectó a un grupo de “extranjeros” en Pampa Parajalla en posesión de armas de fuego y cocaína. Ellos estaban en un camión que antes había transportado fardos de ropa usada desde Iquique a Parajaya, en el lado boliviano.
Un policía chileno, con grado de teniente y que aportó con datos a la Fiscalía, detalló que la zona de Pampa Parajalla se transformó en un área “estratégica” para las mafias por su cercanía a Bolivia y porque hay puntos altos que permiten vigilar si existe presencia policial en ambos lados. Este efectivo también relató que en los operativos encuentran materiales como sogas, plásticos, bolsas o cajas que fueron desechadas por el intercambio de mercadería que hacen las bandas.
Por esa zona también existe el tráfico de migrantes. El documento detalla que se detectaron “varios casos” de personas que caminaban por esta área por las noches. Lo hacían con menores de edad y con la “ayuda” de los denominados “coyotes andinos”.
El informe chileno muestra los caminos que toman las mafias transnacionales para cometer ilícitos. La mayoría están en el lado chileno. Casi todas desembocan en Huara, una comuna en el norte de Chile que está cerca de Alto Hospicio e Iquique. Además, es el punto de división para ir a Arica.
Las dos mafias venezolanas y el Cártel Jalisco Nueva Generación tienen vínculos con grupos criminales de Bolivia. Las dos primeras se dedican principalmente a la trata y tráfico de personas con fines de explotación sexual, pero también tienen conexiones con el narcotráfico. El cártel mexicano se dedica netamente al tráfico de drogas desde Bolivia a Chile. Agencias