Luis Fernando Camacho, gobernador de Santa Cruz, dio la espalda a cinco de sus aliados. Políticos cruceños lo califican como una persona desleal y que ahora busca “sacar del juego” a figuras regionales que puedan opacarlo.
El último mes del año pasado, la Gobernación de Santa Cruz denunció a Rubén Costas por presuntamente destinar recursos de la lucha contra la covid para la propaganda de sus candidatos a la Alcaldía. Hace días, el Gobernador tildó a su antecesor de traidor de la autonomía.
Vladimir Peña, exmiembro de Demócratas, indicó que a Costas le advirtieron que una alianza con Camacho era riesgosa porque le iba a ser desleal.
“Camacho entregó a Costas y los Demócratas en bandeja de plata al MAS. Se valió de los Demócratas para llegar a la Gobernación, para que no pongan candidato y para que les dé su estructura para la campaña y el control electoral. Camacho se ha convertido en el Judas de la oposición”, manifestó Peña.
Nadia Beller, jurista y excandidata a legisladora, expresó que el Gobernador cruceño no quiere tener competencia en Santa Cruz, como lo hizo cuando fue candidato a la Gobernación. Agregó que con estas acciones quiere desviar la atención sobre “su mala gestión”.
“A Angélica Sosa la negó, después de que ella lo apoyó en su campaña. Con Jhonny Fernández se peleó y eso que le prestó la sigla para que sea candidato. Tuvo cuotas en la transición y negó a Jeanine Añez. Es el carácter desleal que tiene Camacho, es desleal consigo mismo y con sus principios. Mucha gente lo apoyó y ahora recibió la puñalada”, agregó.
Página Siete llamó y envió un mensaje a Camacho para tener su contraparte. La Unidad de Comunicación de la Gobernación derivó como vocero al diputado Andrés Romero, quien dijo que hay una comisión que es la encargada del seguimiento al proceso de Pumari.
“El Comité Cívico hizo un llamado para no dividir el voto, todas las tiendas políticas le dieron su apoyo a Camacho”, sostuvo el opositor. Agencias