Con apenas 6 años, a HanselEnmanuel Donato le tuvieron que amputar la mayor parte de su brazo izquierdo. Hijo del exbasquetbolista profesional Hansel Salvador Donato, este chico de Santo Domingo, República Dominicana, sufrió esa calamidad en 2004.
Jugaba con unos amigos y trepó una pared en construcción que se vino abajo. Quedó atrapado casi por dos horas, hasta que un equipo de rescate pudo sacarlo y llevarlo con vida al hospital.
La amputación tuvo que ser debajo del hombro, pero, pese a ello, el niño se dedicó a seguir los pasos de su padre, hasta que se convirtió en una estrella. Y, el año pasado, en 2021, viajó a Estados Unidos, a donde destacó en la Life Christian Academy, una secundaria de Florida, tanto que se ganó una beca universitaria deportiva en la Tennessee State, a donde estudiará y podría jugar en la máxima división de la NCAA, el baloncesto a ese nivel en aquel país.
“Ninguna discapacidad o limitación te define, que hay que trabajar e ir por los sueños. Y el mío es jugar en la NBA. Yo siento que puedo”, contó hace poco Enmanuel, quien tuvo que acostumbrarse, adaptarse, superar todo. ¿Cuándo me va a crecer el brazo”, le preguntaba a su padre, y se cuestionaba por qué todos tenían dos y él sólo uno.
Pero de apoco, aprendió y no sólo eso, sino que puede hacer más que la mayoría que tienen dos brazos. Ahora es un polifuncional jugador de 18 años, 1,96 metros y que sueña con jugar en la NBA. Cuenta su entrenador de la escuela que, en una ocasión, les puso de penitencia a los jugadores que tendrían que hacer pechadas si fallaban bandejas, y Enmanuel erró una. Sorprendió a todos, se puso a hacer 20 seguidas, lo que motivó a todos en el equipo.
A nivel colegial, el dominicano promedió 26 tantos, 11 tablas y 7 asistencias por encuentro, lo que le valió ganarse una beca en el mundo universitario. Previamente, hasta se impuso en un evento de volcadas en City Palms, Florida. Agencias