Perturbadores experimentos humanos

Hace 44 años tuvo lugar un singular experimento de injertos moleculares entre humanos y zanahorias y entre humanos y margaritas. Esto que, en principio, puede provocar hilaridad o sorpresa, ocurrió realmente en un ámbito científico y obtuvo el financiamiento necesario para su concreción.

Este experimento digno de un libro de ciencia ficción de Ray Bradbury o Arthur Clarke, no fue así: La investigación fue real y se hizo en una universidad sueca. El objetivo era realizar injertos moleculares entre humano y la planta de zanahoria así como hombre y planta de margarita. Esto sucedió.

La idea nunca fue la creación de vegetales humanos. Los experimentos buscaron servir, a futuro, para el desarrollo científico. Aclararon, por aquel entonces, que no había ninguna aplicación práctica pensada, sino que sólo se trataba de estudiarlo para descubrir qué se podría lograr.

Se hizo en el Instituto de Citobiología Molecular de la Universidad de Lund, Suecia, por un equipo dirigido por el profesor Antonio Lima de Faria, quién luego aclaró sobre el sorprendente trabajo, al decir que el experimento se basó en el hecho de que tanto plantas como humanos tienen las mismas hormonas sexuales, según explicitó el autor de «El orden está presente en todos los niveles pero no es total.»

La hibridación celular es la obtención de una sola célula a partir de dos células de proveniencia diversa, que pueden o no ser la misma especie, de especies lejanas o cercanas. Esto ya se practicaba desde hacía tiempo con células de especies animales, aunque lejanas entre sí.

Pero, en aquel lejano 1979, lo que se buscó fue otra cosa. Para efectuar la hibridación con células vegetales hubo que esperar hasta hallar técnicas para producir células sin membranas; ya que esta, dura como una coraza, resiste a todo intento de fusión. También hacía tiempo que la hibridación celular se realizaba entre vegetales. Lo que nunca, hasta entonces, se había intentado el híbrido humano/vegetal.

En la actualidad la Ciencia ha logrado numerosos híbridos. Por ejemplo, la mayoría de vegetales comestibles, son híbridos. Uvas o sandias «sin semillas», son híbridos obtenidos a través de cruces artificiales de genes. Pero, se trata de trabajos entre vegetales. También hay numerosos animales híbridos, es decir, el nacido del cruce entre dos progenitores de especies o subespecies distintas. Caballo y asno; oveja y cabra; perro y lobo; cerdo y jabalí, han sido algunos de los más conocidos.

Veamos el caso de la mula, cruza entre una yegua y un burro y seguramente, el híbrido más conocido en el mundo y expandido. Son más altas que los burros pero más pequeñas que los caballos. Pero reiteramos, son hibridaciones entre animales y tampoco aquí hay intervención de elementos humanos.

Explican los científicos que el calentamiento global, que avanza en el planeta, ha provocado que ciertas especies hayan retrasado su ciclo reproductivo hasta coincidir con el de otra diferente que ha comenzado a colonizar un espacio geográfico que antes le era ajeno, dando lugar a intercambios sexuales, por los que están naciendo híbridos conformados por el entramado de ambas especies. ¡Notable! Pero tampoco aquí hay vínculo con lo humano. Agencias