Renato Cafferata, acusado del asesinato de su novia en Santa Cruz, del que se declara inocente, denuncia que lleva casi diez años con detención preventiva en Palmasola; pidió la cesación, pero en medio de esta retardación judicial hicieron desaparecer su registro de ciudadanía en Migraciones, y el hombre no existe en Bolivia, pero está en la cárcel, denuncia su madre, Gladys Centeno.
El súbdito extranjero vive en Santa Cruz desde sus tres años, ahora tiene 34, a sus 24 fue encarcelado, acusado del crimen de su novia, hecho vinculado a ajustes del narcotráfico, pero él asegura que lo condenaron por haber acudido al auxilio de la víctima, no hay otra evidencia que lo sindique, la Policía y la Fiscalía hicieron desaparecer prueba clave de su inocencia y tampoco valoraron el ADN que no le vincula en el asesinato en 2011.