En los Juegos de Olímpicos de Beijing 2008, Michael Phelps hizo historia al colgarse ocho medallas de oro, algo que ningún deportista había logrado hasta entonces. Tras una vida de éxito, se despidió de la actividad en Río 2016, Juegos en los que acumuló cinco oros y una plata. En enero de 2018, le confesó al mundo que a pesar de sus logros sufría una profunda depresión que lo había dejado al borde del suicidio. En aquel entonces, explicó en varias entrevistas que esa etapa oscura de su vida había sido superada, pero contó que eso era mentira.
“La cuestión es que las personas que viven con problemas de salud mental lo saben, nunca desaparece. Tienes días buenos y malos. Pero nunca hay una línea de meta. Alguien que no entiende con qué lidian las personas con ansiedad o depresión o trastorno de estrés postraumático no tiene idea. Aquí está la realidad: nunca me curaré. Esto nunca desaparecerá”, señaló muy afligido Phelps.