La técnica superó a la fuerza durante el esperado encuentro entre Maju ‘Puños de Piedra’ Rioja y Miguel Rosales, apodado “El Fénix”. El tinku tradicional y el MMA se enfrentaron en el Trópico de Cochabamba, este domingo, y los resultados dejaron varias reacciones en los presentes.
El encuentro fue anunciado desde hace una semana y media y desde entonces, se generaron altas expectativas en torno a lo que podría pasar.
Finalmente, la pelea en Valle de Sacta aclaró todas las dudas.
El evento se desarrolló en una cancha polifuncional con tinglado y la presencia de una gran cantidad de espectadores. Antes de la pelea estelar, varios jóvenes y adultos se enfrentaron entre sí para posteriormente dar paso a la pelea estelar.
Rosales, listo con su indumentaria, hizo el ingreso portando los guantes característicos de boxeo. Maju, por su lado, usaba guantes similares a los que se usan en la MMA.
Parados frente a frente, tras unas palabras, dieron inicio a su pelea y desde el primer instante, Maju trató de imponerse lanzando golpes con fuerza y de manera directa a Rosales, que atinó a defenderse de la mejor manera posible. El ataque fue intenso y emocionó a los presentes, quienes vitoreaban el nombre de Rioja.
La agresividad no duró mucho, puesto que tras unos instantes, Maju perdió repentinamente la energía y empezó a mostrarse más distante, dando paso a que Rosales comience a mostrar cómo se pelea con técnicas profesionales.
Maju intentó conectar golpes en varias ocasiones, pero Rosales los esquivaba con facilidad en varias ocasiones, retrocediendo o levantando la guardia y a su vez, ocasionando más desgaste en Rioja. Los golpes que conectaron fueron bien ejecutados, pero no lo suficiente como para dañar al oponente, hasta que sí lo hizo, ya que quienes filmaban el evento, aseguraron ver sangre en el rostro de Rioja.
Un par de minutos después, habiendo llegado a su lado del improvisado escenario, Maju se vio rodeado de sus allegados y repentinamente se detuvo la pelea. Rosales se vio ganador y empezó a celebrar recorriendo la cancha, mientras un silencio en el público se hacía presente.
Las declaraciones de Rosales, al hablar con las cámaras, fueron más agresivas que su lucha con Rioja.
«Ellos son los que tiran piedras a los de MMA, a los boxeadores y hoy se ha demostrado. Alguien tan delgado como yo, pichanga», dijo el luchador refiriéndose a su desventaja física por estatura y peso.
Un segundo round fue solicitado por Rioja, quien no se daba por vencido, pero debía hacerse con guantes de tinku. La pelea inició y al instante se notó el cansancio por ambos lados, pero Rioja cedió finalmente al desaparecer entre el tumulto de gente que lo acompañaba y que exigían que no filmen a Maju en su estado.
«¿Eso quiere la gente? Yo no le quería hacer daño a Maju y he peleado con guantes de boxeo. ¿Vieron qué pasó con guantes de tinku? está por ir al cielo», declaró Rosales cerrando de este modo el encuentro que se hizo más polémico en las redes, donde la gente criticaba que Rosales solo esquivase los golpes durante el encuentro, mientras que otros lo tomaron como parte de la técnica profesional de esta disciplina.
Maju finalmente recibió la experiencia que esperaba respecto a enfrentarse a las artes marciales.