El inicio del pago del bono del hambre llevó de nuevo a la población a protagonizar largas filas en entidades financieras y las aceras de las vías aguardando por horas.
Un panorama visto durante la cuarentena pero no igual, durante la cuarentena la población hacia lo posible por cuidarse, algunos usaban trajes de bioseguridad, llevaban sus propios asientos, siempre con su alcohol liquido o alcohol en gel, con dos hasta tres barbijos.
Ahora algunos apenas y usan un barbijo, muchos olvidaron los riesgos por el covid-19 y comparten el transporte como si todo hubiera pasado.
En los bancos la aglomeración supera los círculos marcados mostrando el distanciamiento ideal para no generar riesgos. Los barbijos son usados y no siempre de la forma adecuada, pero solo porque son un requisito exigido para ser atendido en las entidades financieras.
Este comportamiento mantiene a dos municipios del valle bajo en riesgo alto ante el covid. Colcapirhua y Sipe Sipe son parte de los 5 municipios que se mantienen con la alarma por el coronavirus, después de mucho Quillacollo logró bajar a riesgo medio pero el dejar de lado las medidas de bioseguridad podría incrementar los casos y volver sumarse a la lista.
A nivel nacional existen 34 municipios con riesgo alto, 223 municipios con riesgo medio y 82 con riesgo moderado.
Desde el Servicio departamental de salud recomiendan constantemente a la población no bajar la guardia, además de recomendar controles.
“Si bien las actividades generales se van reactivando de forma paulatina, las personas no deben bajar la guardia respecto a la cantidad de contagios, toda vez que existen días en los que se reporta más de una decena de positivos y otras en las cuales la cifra se mantiene en cero”, señaló el jefe de Vigilancia Epidemiológica del SEDES, Rubén Castillo, haciendo referencia además al incremento del comercio por las fiestas de fin de año.