Tras la tragedia, los pobladores de Tomatirenda, la comunidad que fue devastada en el municipio de Entre Ríos (Tarija), intentan volver a la normalidad y su prioridad es reubicar sus viviendas que fueron destruidas por el aluvión de la quebrada Itayuru.
Son 60 familias damnificadas, principalmente de origen guaraní, que lo perdieron todo y ahora no quieren dejar el lugar donde nacieron y crecieron. «No quieren abandonar y están buscando dónde construir sus casas, en lugares de altura para no volver a correr riesgos y nadie quiere vivir en la parte baja», dijo el concejal Anastacio Flores. Agencias