Ayer, los principales mercados de la ciudad abrieron después de una semana de permanecer cerrados, sin embargo no fue una caótica jornada como se la esperaba.
Las caseritas sí abrieron sus casetas, y también hubo presencia de comerciantes ambulantes; pero se vio poca afluencia de gente.
«Hubo poca venta (…) esperemos que mañana haya más», dijo una comerciante mientras cerraba su puesto de fruta.
Las comerciantes ambulantes que vendían desinfectantes y otros insumos de bioseguridad, también se quejaron por las bajas ventas. «Parece que ya nadie quiere barbijos», se lamentó un señor que vendía este producto.
Este martes también se abrirán los mercados de seis de la mañana a cuatro de la tarde.