Una requisa sorpresiva en instalaciones de la cárcel de San Antonio acabó con la aparente «fiesta» que tenían preparada los reclusos al interior de dicho recinto penitenciario.
En horas de la noche del pasado martes 23 de diciembre, efectivos policiales decidieron realizar una requisa de forma sorpresiva, luego de que el personal de Inteligencia detectara un posible acopio de bebidas alcohólicas no autorizadas.
Durante el operativo, los uniformados ingresaron al baño de visitas, específicamente al sector de los tanques de agua, donde se llevó a cabo una revisión minuciosa del ambiente.
En el lugar se logró decomisar 21 botellas de alcohol de dos litros y 18 paquetes de cerveza, cada uno con 12 unidades de 440 mililitros, los cuales estaban hábilmente camuflados.
Todo el material incautado fue trasladado a dependencias de la Gobernación, donde se informó del hallazgo al director del recinto penitenciario, a fin de que se inicien las investigaciones correspondientes y se determinen responsabilidades.
Las autoridades no descartan que las bebidas hayan sido introducidas durante los días de visita y anunciaron que se reforzarán los controles para evitar el ingreso de objetos prohibidos al penal.
Además aseguraron que las requisas sorpresivas serán realizada con más regularidad, para evitar el acopio de bebidas alcohólicas al interior del recinto penitenciario.
En ocasiones pasadas, durante la requisa además de bebidas alcohólicas, los agentes de seguridad lograron encontrar una gran cantidad de armas punzo cortantes, que ponían en riesgo la seguridad entre los privados de libertad.
Además de una gran cantidad de sustancias controladas, que aparentemente es comercializada al interior.
