Los internos quemaron llantas y lanzaron piedras fuera del penal para exigir atención sanitaria tras registrarse el primer caso de Covid-19 en el centro.
La Policía tomó el control del penal de San Roque, en Sucre, tras el motín que protagonizaron los reos, exigiendo atención sanitaria por el primer caso de Covid-19 registrado en el recinto carcelario.
Los uniformados emplearon agentes químicos para evitar que los privados de libertad derriben la puerta de ingreso al sector Pabellón, mientras que los internos arremetieron con piedras, tejas y prendieron fuego a neumáticos.
Un interno resultó herido tras la violenta protesta y fue evacuado hasta un centro hospitalario. Los Bomberos de la Policía también llegaron hasta el lugar para extinguir las llamas.
El penal de San Roque tiene capacidad para 120 personas, pero en la actualidad más de 600 viven hacinados. Agencias