Hay algo que no se puede evitar el hablar y analizar, el caos total que se vive en la Federación Boliviana de Fútbol (FBF) donde en la actualidad cuenta con dos presidentes, Robert Blanco reconocido por los clubes más importantes del fútbol boliviano y por el otro, Marco Rodríguez reconocido por algunas asociaciones y algunos clubes.
Esta especie de anarquía institucional obliga a que sea muy difícil tomar decisiones, pues uno de los dos bandos no acatará lo que diga Blanco o Rodríguez, ante esta caótica situación, pensar en vender los Derechos de Televisión de los 14 clubes de la División Profesional, es casi menos que imposible, pues al existir una falta de legitimidad y legalidad en el liderazgo federativo, especular con una negociación de esta venta sería incluso hasta una burla, mientras no se solucionen los problemas de fondo.