El brote epidémico, de los últimos días, en Sacaba han duplicado el número de pacientes con COVID-19 internados en el hospital Solomon Klein. De este medio centenar de positivos, dos se encuentran en terapia intensiva.
El número de enfermeras y auxiliares en enfermería resulta insuficiente, asegura su director, Grover León.
Las enfermeras cumplen un rol clave en la atención y recuperación de los pacientes, Sin embargo, atender un paciente de COVID-19 no es lo mismo. Médicos y enfermeras deben utilizar trajes especiales para evitar el contagio.
Una enfermera debe vestirse con traje de bioseguridad, colocarse guantes, lentes o una máscara transparente y barbijo. Otra de sus compañeras debe “sellarla”, colocandole cinta adhesiva en diferentes partes del cuerpo- para evitar cualquier contacto directo con el paciente.
Así deben permanecer entre 8 a 12 horas de su turno, lo que les dificulta la respiración y hace que se les empañen los lentes y disminuya la visión.
Tampoco pueden ir al baño, durante ese tiempo, porque el traje tendría que desecharse y no hay las condiciones para ese cambio de ropa de seguridad. OAS