Santa Cruz
Se van acumulando las denuncias en contra de pedro Antonio Gutiérrez Figueroa, quien en su condición de propietario de la empresa constructora del Urubó S.A., vendió desde el 2013 cientos de terrenos en un fantasmal proyecto urbanístico denominado portones del Urubó.
La estrategia comercial (estafa?) fue diseñada de tal manera que las víctimas peregrinaran por los papeles de los terrenos, pagaron por cada terreno más de 20.000 dólares.
Pasaron más de 10 años y las víctimas no vieron, hasta ahora, ni los terrenos ni papeles de propiedad.
El «modus operandi» que desarrolló la empresa, se habría enfocado en dilatar los procesos por la vía de la conciliación, a través de distintos acuerdos conciliatorios para la devolución del dinero y que fueron incumplidos por pedro Antonio Gutiérrez Figueroa.
Los constantes acuerdos de conciliación, serían la estrategia, para evitar que las denuncias sean canalizadas por la vía penal para interponer recursos que obliguen a los estafados a plantear el caso por la vía civil; en donde prácticamente quedarían diluidos. Agencias