Presidente de Perú cambia sus ministros para abordar la pandemia

Con la promesa de «sudor, honestidad y conducta democrática», Pedro Cateriano asumió ayer el cargo de primer ministro como pieza central de una renovación del Gobierno de Perú acometida por el presidente, Martín Vizcarra, para afrontar su último año de gestión en plena crisis por la Covid-19.

En un pronunciamiento que Vizcarra leyó al iniciar una reunión del Consejo de Ministros, ya con el nuevo gabinete en vigor, los objetivos declarados de esta nueva etapa serán luchar contra la pandemia y derrotar el virus, recuperar la economía y la senda del crecimiento, la reforma y mejora de la salud pública y fortalecer la institucionalidad democrática ante las elecciones generales de 2021.

Hasta diez nuevos ministros y dos cambios de cartera, además de la figura del primer ministro, son los cambios que el mandatario impulsó en el Ejecutivo, que incluye tanto técnicos con experiencia en el Estado como rostros conocidos como el mismo Cateriano o Pilar Mazzetti, directora del Comando de Operaciones Covid-19, y nueva ministra de Salud en reemplazo de Víctor Zamora.

«He aceptado la invitación del presidente Martín Vizcarra para ocupar la Presidencia del Consejo de Ministros», informó Cateriano en Twitter apenas minutos antes de la que se anunciara formalmente la jura del nuevo Ejecutivo, que se produjo de forma inesperada y en «privado», sin que hubiera tiempo a convocar a la prensa.

El nuevo gabinete mantiene una proporción de once hombres, incluido el primer ministro, y ocho mujeres.

El flamante primer ministro agregó que ofrecerá «sudor, honestidad y conducta democrática por un Perú más justo y libre» durante su gestión, que se desarrollará hasta el 28 de julio de 2021, cuando Vizcarra deberá entregar la banda presidencial al presidente electo en los comicios convocados para abril.

Segunda etapa de Cateriano

Esta será la segunda ocasión en que este abogado y jurista, nacido en Lima el 26 de junio de 1958 asuma la Presidencia del Consejo de Ministros, ya que también ejerció ese cargo entre 2015 y 2016, en la etapa final del régimen de Ollanta Humala (2011-2016).

Además, entre 2012 y 2015 fue ministro de Defensa y también fue viceministro de Justicia del Gobierno del expresidente Alejandro Toledo (2001-2006).

Entre 1990 y 1992 fue diputado por el Movimiento Libertad, que impulsó la candidatura presidencial del posterior premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa, hasta que el Congreso fue disuelto por el «autogolpe» que dio el entonces presidente Alberto Fujimori (1990-2000).

Durante su gestión legislativa destacó por integrar una comisión que investigó el primer Gobierno de Alan García (1985-1990), del que a lo largo de los años fue un acérrimo rival.

Liderazgo

La elección de Cateriano, quien también ha sido critico en las últimas semanas con el Congreso, parece ir orientada a la búsqueda de liderazgo y una mayor acción, después de que el Gobierno que dirigía Vicente Zeballos desde septiembre de 2019 hubiera sufrido un grave desgaste por su gestión de la crisis sanitaria y económica que sufre el país.

En ese sentido se explica la asunción de Mazzetti, quien ya fue ministra de Salud bajo los gobiernos sucesivos de Alejandro Toledo (2001-2006) y Alan García (2006-2011), y que ha sido reconocida por la población peruana como una gestora directa y clara de la pandemia, al contrario que su predecesor, Víctor Zamora.

Precisamente Zamora había asumido el cargo el pasado mes de marzo con el fin de afrontar la emergencia con vigor, algo que no parece haber logrado con la efectividad necesaria. Se trata del segundo cambio en el Ministerio de Salud de Perú en plena pandemia.

Viejos ministros

Cateriano optó por mantener en el cargo a la ministra de Economía, María Antonieta Alva, para que siga llevando el timón de la reconstrucción económica del país, en donde la opinión púbica consideraba que ya estaba haciendo un buen trabajo.

También mantiene al ministro de Educación Carlos Benavides, en un claro mensaje de respaldo a la reforma universitaria que busca impulsar la calidad educativa, y que es duramente criticada y amenazada por sectores del Congreso.

Alejandro Neyra, quien asumió el ministerio de Cultura hace apenas un mes y medio, también continúa en el cargo, que volvió a jurar portando una mascarilla de protección hecha por artistas tradicionales peruanos.

Walter Martos, bien considerado por su labor, también sigue en Defensa, así como Gloria Montenegro en la cartera de Mujer y Poblaciones Vulnerables, y Jorge Montenegro en Agricultura.

Muchos cambios

Entre los cambios, destaca la del ministro del Interior, Gastón Rodríguez, quien asumió el cargo apenas en abril pasado en medio de una crisis profunda en la cartera por su gestión de la pandemia y que no parece haber rendido como se esperaba. Fue sustituido por Jorge Montoya, un general en retiro de la Fuerza Aérea Peruana.

Otro cambio significativo fue el reemplazo en Relaciones Exteirores del canciller Gustavo Meza Cuadra por Mario López Chávarry, un funcionario diplomático de carrera como su antecesor.

La cartera de Justicia fue asumida por Ana Cristina Neyra, abogada y experta en temas de reforma democrática y referéndum, y Trabajo fue para el abogado laboralista Martín Ruggiero.

«Lograr consensos»

El nuevo gabinete «va a tener la gran posibilidad de lograr consensos y mantener puentes de diálogo que serán fundamentales», dijo el presidente del Congreso, Manuel Merino.

La líder opositora, Keiko Fujimori, saludó los cambios a través de Twitter: «Era urgente que hubiera cambios. Este nuevo gabinete es una oportunidad para corregir errores. No es momento de detenernos en diferencias políticas. Esperamos que este nuevo equipo tenga éxito, porque de su gestión depende la vida y la economía de todos los peruanos», escribió Keiko, hija del expresidente Alberto Fujimori.