Un grupo de reclusos de una prisión de Los Ángeles, Estados Unidos, empezaron a compartir un vaso desechable y también respirar con un mismo tapabocas para lograr infectarse con el nuevo coronavirus pues se extendió la falsa creencia que eso forzaría a las autoridades a darles la libertad, así lo informó un alto mando policial.
“Había una creencia errónea entre la población de reclusos de que, si daban positivo, de alguna manera nos forzarían a liberar a más reclusos de nuestro entorno carcelario, y eso no va a suceder”, dijo el sheriff Alex Villanueva en una conferencia de prensa.
El funcionario habló sobre estos temas en base a unos videos que fueron grabados a mediados de abril en dos módulos de la cárcel North County Correctional Facility, en Castaic, ubicado a 67 km al norte del centro de la ciudad de Los Ángeles.
En uno de los videos se puede ver como un preso reparte sorbos de agua caliente entre sus compañeros que estaban haciendo fila para ver a la enfermera. Estaban “tratando de elevar falsamente sus lecturas de temperatura para pretender tener uno de los síntomas”, expresó Villanueva.
En otro video se observa a los reclusos compartiendo un único vaso desechable y tomando turnos para respirar dentro de un mismo tapabocas, que no se sabe si pertenecía a alguien infectado.
“Es triste pensar que alguien deliberadamente trate de exponerse a la COVID-19”, dijo Villanueva, quien reveló que 4,590 presos, menos del 40% de la población penal en el condado, están en cuarentena. Un total de 357 dieron positivo, de los cuales 117 ya lograron recuperarse.