La sargento de 30 años de edad, que fue brutalmente vejada por un camarada de su mismo regimiento en Punata, atraviesa un segundo infierno, tras realizar la denuncia del hecho. La víctima señaló que la escuela militar a la que pertenece decidió someterla a un proceso disciplinario.
La directora de Género, Generacional, Tatiana Herrera, recordó que fue el agresor, también sargento, quien invitó a la víctima a comer al municipio de Punata, donde el hombre la dopó para violarla y la abandonó desangrándose e inconsciente.
“La invita a comer a Punata. Van, es en esa instancia de estar compartiendo, que ella se siente mal y pierde el conocimiento y despierta en un hospital en Punata, donde quienes le habrían encontrado, refieren que estaba desangrando”, indicó Herrera.
La agresión sexual fue tan brutal que le provocó desgarres y hemorragias tan graves que la víctima tuvo que pasar por una cirugía reconstructiva.
El militar fue aprehendido y sometido a una audiencia de medidas cautelares que determinó enviarlo a prisión.
Cuando parecía que empezaba a recibir justicia, la situación empeoró para la víctima, luego de que fuera notificada por la institución militar sobre un proceso disciplinario en su contra. “El día de ayer, ella ha sido citada para un inicio sumariarte en su institución”, agregó la autoridad.
Herrera consideró que la institución militar pretender desvincular a la víctima para “dar un mensaje de que la mujer que se queje, definitivamente, no lo haga”.
También se denunció que la institución castrense evitó que la víctima sea acompañada por los abogados del SLIM, lo cual está en contra de la normativa vigente. Piden cuidar la integridad de la víctima y revertir el proceso al que es sometida.
En tanto, el acusado cumple su detención preventiva en el penal de El Abra.