Evo, es el modelo principal, pasó de la chompita made in China (de $us 10) que vistió en su primera visita al Rey de España, a los sacos de alpaca original de 2000 dólares.
En los 14 años de gobierno del MAS ya se han generado ciudadanos de primera clase que solo viven del robo a la población.
Una foto viral que circula en las redes sociales de la senadora Ruth Franco de la bancada del MAS, es el claro ejemplo donde la senadora aparece en una foto de pollera y en la otra de pantalón sentada en el avión presidencial.
Varias fotos de dirigentes habían causado indignación por el uso político que hizo el MAS de la pollera, que solo utilizaban para la foto pero realmente no salen de pantalones y ropa de marca que el mismo pueblo les paga con sus impuestos. Olvidando sus raíces, a su pueblo que les dio el cargo con el sudor de su frente buscando realmente el famoso ‘proceso de cambio’ que simplemente fue una fachada para robar y beneficiar a las cabezas del Movimiento Al Socialismo.
La nueva clase que creó el proceso de cambio abarca a los ciudadanos de primera se contemplan una amplia gama de indigenistas, cocaleros, excomunistas, extrotskistas, exmaoistas, exmovimientistas, exadenistas, exmiristas y una larga lista de “exs” de toda laya que se han arrimado al carro del gobierno y que hoy disfrutan de una serie de privilegios en pago a su interesada conversión.
Los privilegios de esta nueva clase se extienden a muchos ámbitos. En primer lugar, para obtener un puesto bien remunerado en la administración pública, no requieren acreditar formación académica o experiencia alguna. Basta con tener un aval extendido por algún dirigente de una “organización social”.
Esta nueva clase tiene características muy definidas y una propensión muy marcada hacia los lujos. Siguiendo el precepto masista, le gusta “vivir bien” y hasta se podría decir muy bien. Su identidad en el vestuario proviene de los saquitos “estilo Evo” lo que pone en figurillas a la diseñadora Beatriz Canedo y al maestro sastre Sillerico para poder atender los requerimientos de estas prendas de la más fina alpaca cuyo costo mínimo es de 500 dólares.
Se trasladan con gran velocidad de un lado a otro en lujosos vehículos 4X4, blindados o del año, lamentablemente el pueblo los ciudadanos de a pie que tiene que trabajar para ganarse la vida para pagarle los lujos a los gobernantes.
Ahora odian las bebidas baratas y del Old Parr no bajan. Dejaron atrás los platos tradicionales ahora prefieren los platos que están en francés (aunque ni tienen idea de lo que están comiendo) en los menús de los hoteles de cinco estrellas.
Los miembros varones de esta nueva clase no son muy consecuentes. Sus preferencias hacia el sexo femenino se orientan más bien hacia las minifaldas y los cabellos teñidos (de rubio claro esta). Consideran que las polleras y las “manqanchas” de sus cholitas de antes, ahora no están acordes con su nueva condición de privilegiados.
Las “bartolinas” como Celinda Sosa y Celima Torrico se tornaron muy fashion y si bien conservan sus polleritas se maquillan con productos Revlon y Elizabeth Arden y alguien contó que son compulsivas compradoras en los “dutty free” de los aeropuertos cuando viajan al exterior, siempre en primera clase.
Los hijos de los miembros más conspicuos de esta nueva clase tienen un acceso privilegiado a las becas de estudios que otorgan los gobiernos extranjeros, particularmente Venezuela. A nadie se le ocurra hacer una solicitud al SNAP si no es hijo o pariente de algún miembro de la “nomenklatura” masista; sencillamente perderá su tiempo.
Pero existen otros privilegios. Si por una casualidad o por esas cosas que tiene la vida, algún miembro de esta nueva clase es sorprendido en algún acto de corrupción no hay porque preocuparse. Existe una especie de “seguro” que garantiza que el corrupto será premiado con algún cargo diplomático o será trasladado a otro puesto donde disfrutará de iguales o mayores privilegios.
Si se descubre que algún cocalero, la élite de esta nueva clase, está fabricando cocaína tampoco hay motivo de preocupación. Lo máximo que podría sucederle es que erradiquen sus cultivos por una temporada..
En suma somos testigos de la emergencia de una nueva clase de no podría decir que tiene un “discreto encanto”, sino una aterradora capacidad para el robo, el contrabando y el latrocinio al amparo de indigestos discursos de sus lideres Evo y Alvarito sobre un supuesto cambio.