Aunque la salud cerebral depende de muchos factores internos y externos, es posible mejorarla a través de los hábitos. Practicar alguna actividad física de manera regular, llevar una dieta saludable e intervenir sobre los factores de riesgos de forma temprana, contribuyen a mantener el cerebro sano.
1. Nueces. Las nueces son alimentos que contiene ácidos grasos esenciales omega 3 y vitamina E, los cuales ayudan a fortalecer el cerebro. Según una investigación publicada en Journal of Nutrition, también contienen numerosos fitoquímicos que brindan beneficios potenciales a la salud del cerebro. En concreto, y de acuerdo a los datos de esta publicación, los compuestos polifenólicos que se encuentran en las nueces ayudarían a disminuir la carga oxidante e inflamatoria en las células del cerebro. Además, favorecen la señalización interneuronal y participan en la neurogénesis.
2. Ginkgo biloba. Los productos naturales como Ginkgo Biloba aún no son aprobados como tratamiento de los problemas cerebrales. Sin embargo, sus extractos sí han sido objeto de ensayos, ya que tienen beneficios contra el deterioro cognitivo y los problemas de memoria. Una publicación de Evidence-Based Complementary and Alternative Medicine determinó que el extracto de Ginkgo Biloba puede contribuir a una mejora de los síntomas del deterioro cognitivo asociado a la edad.
3. Centella asiática. Para fortalecer el cerebro podemos recurrir también a la centella asiática. Esta planta, originaria de Asia y conocida también como gotu kola o brahmi, se ha empleado de forma tradicional para favorecer la memoria. De hecho, información publicada en Brain and Behavior concluye que los extractos acuosos de este producto tienen potencial para incrementar la densidad sináptica y las proteínas antioxidantes y mitocondriales. A su vez, podrían mejorar varias facetas del deterioro cognitivo asociado con la edad.
4. Polen. El polen de abeja es un alimento con múltiples nutrientes que han sido investigados por sus interesantes efectos sobre la salud. En lo que al cerebro se refiere, un artículo de Journal of Molecular Neuroscience plantea que puede contribuir a combatir el estrés oxidativo, la muerte neuronal y otros factores asociados a trastornos neurológicos.
5. Romero. Los extractos de romero han hecho parte de la medicina alternativa desde hace cientos de años. Incluso, en la actualidad se siguen estudiando, dado que han demostrado importantes beneficios sobre la salud. Además, gracias a su capacidad antioxidante, ayuda a inhibir el estrés oxidativo. Este último es responsable de causar daño en las estructuras internas de las células cerebrales e incluso su muerte. Por esto se relaciona con un mayor riesgo de padecer Alzheimer y enfermedad de Parkinson.
6. Menta. La menta es una planta medicinal aromática que podemos utilizar para dar una fragancia terapéutica y refrescante a una estancia. Tanto su aceite esencial como sus hojas tienen distintas aplicaciones en la medicina alternativa. Coincidiendo con una investigación publicada en la revista Nutrients, el estímulo que la menta provoca en nuestro organismo se obtiene gracias al mentol. En concreto, su aceite esencial podría mejorar el rendimiento mental y mitigar la fatiga del cerebro.
7. Maca. Este tubérculo originario de los Andes, que se consume de manera frecuente como alimento y se ha extendido por todo el mundo como suplemento en polvo. Despertó el interés de muchos investigadores, pues concentra importantes nutrientes y sustancias antioxidantes. Mejoran las funciones cognitivas, la coordinación motora y la capacidad de resistencia.