Mediante una circular emitida por la Inspectoría General de la Policía, se prohibió el uso de alcoholímetros o alcohosensores, de modo que se eviten susceptibilidades por parte de la población en el uso de estos elementos durante los controles en carreteras a los conductores de motorizados.
Luego de varias denuncias en redes sociales, la Policía optó por dejar de lado el uso de estos aparatos que, como se conoció anteriormente, eran comprados por los mismos policías y dichos aparatos, no cuentan con la debida certificación que de certidumbre de que los resultados son certeros.
La circular emitida por la Inspectoría General del Estado, señala que: «Con la finalidad de evitar actos que atenten contra la imagen institucional y que no estén amparados en la legalidad», se prohíbe el uso de estos alcoholímetros o alcohosensores durante las funciones policiales de prevención, servicios ordinarios o extraordinarios, puestos de control técnicos y dispositivos estáticos de control. Las pruebas, de ahora en adelante, deberán ser hechas por personal de Transito que esté autorizado y cuente con las competencias.
Las repercusiones llegaron con rapidez y el Transporte Federado, pidió que se puedan entregar a los policías herramientas que sí cuenten con certificación para el control del consumo de bebidas alcohólicas antes de conducir.
José Orellana, representante de los Federados, señaló que en ocasiones existían también irregularidades y casos de abuso de autoridad en los controles realizados por el personal de Tránsito. Ante tales situaciones, solicitaron también una reunión con la Unidad de Tránsito, para tratar estos temas con mayor puntualidad.
De la misma manera, la Asociación Departamental de Radio Taxis calificó como acertada la determinación de la Policía y recalcaron la necesidad de que se tengan herramientas certificadas para los controles. Resaltaron que, el hecho de que los policías fuesen quienes compraban estos equipos, generaba susceptibilidad por cualquier irregularidad que pudiese generarse.
