Desde el primer día que se permitió que los tres clubes cochabambinos que son parte de la División Profesional del Fútbol Boliviano, vuelvan a tener presencia de sus hinchas en sus respectivos partidos, las autoridades municipales y departamentales, especialmente con sus reparticiones en el tema de la salud, estuvieron monitoreando todos los compromisos futboleros, empezando de la responsabilidad de los dirigentes para hacer campañas y hacer respetar los protocolos de bioseguridad, hasta el comportamiento del público en las graderías de los distintos escenarios deportivos, al final y luego de un amplio análisis, se decidió suspender el ingreso de la gente a los estadios.
WILSTERMANN, MUNICIPAL VINTO Y AURORA ¡SE APLAZARON!
Si bien la decisión abarca solo al área metropolitana, extraoficialmente se conoció que el monitoreo de los encargados de salud del departamento, inició desde los partidos que jugó Municipal Vinto en el estadio Bicentenario de Villa Tunari.
Las imágenes que brindó la empresa que ostenta los derechos televisivos, con respecto al público que estaban en las graderías era de total alarma, casi nadie utilizaba el barbijo y ni que hablar del distanciamiento social.
También los ojos se volcaron a los partidos que realizó el club Jorge Wilstermann, primero en Sacaba, donde las imágenes de algunos medios también eran de preocupación del estadio de ese municipio, no hubo el distanciamiento social y hubo muchas personas que se sacaban el barbijo. Luego en el clásico cochabambino, la alcaldía dio una cifra que no superaba las 5 mil personas para ingresar al Capriles, pero en ese momento se habló que se pusieron a la venta 9 mil entradas y las postales que dejó ese partido en las graderías fueron vergonzosas, pues también hubo muchas personas sin los barbijos y no se cumplió el distanciamiento social.
Por el lado de Aurora, la prueba de fuego fue justamente en el choque contra los bolivaristas, a un principio todo iba bien, hasta que esto se desbordó, donde se vio mucha más gente de lo que se permitió en la tribuna de preferencia, el uso del barbijo fue casi prolijo, uno que otro irresponsable con el barbijo en el cuello, pero no hubo el distanciamiento social y en el entretiempo la gente enloqueció para comprar algo de comer, sin importarles en lo absoluto los protocolos de bioseguridad.
NO HABÍA NADA QUE DISCUTIR
Las autoridades de salud ya no podían seguir siendo permisivos ante tanta irresponsabilidad, peor aun cuando el miedo a un rebrote en la Llajta cada vez es más grande.
Así que se decidió cortar por lo más sano, volver a la prohibición. “En el sector de deportes se vio visibilizado, en base al reporte de pruebas rápidas de covid-19 que se ha hecho a más de 80 personas (en el partido con Bolívar), de las cuales cerca del 10% han dado positivo para UTM -es decir personas que estarían en base activa de la enfermedad ya sea en la parte final o al inicio de la misma- las que no se han podido confirmar porque escaparon del lugar y no se ha podido hacer el seguimiento correspondiente”, explicó el director del Sedes, Yercin Mamani.