Detractores al revocatorio contra Manfred Reyes Villa continúan atacando al promotor de este proceso constitucional, quien día tras día, se presenta en la plaza con los libros notariados para seguir recolectando firmas y así, demostrar que no todo es de color rosa en el municipio y que la gente tiene por sobre todo, el derecho de mostrar su descontento.
Giorgio David Terrazas, el promotor del revocatorio, empezó este proyecto en el mes de diciembre de la pasada gestión. El trabaja como comerciante en La Cancha, y como tal, conoce todo lo que pasa en el lugar y los abusos del municipio que, según él explica, pocas veces pueden ser evidenciados por la población en general.
En contacto con La Voz, Terrazas comentó su experiencia ejecutando el revocatorio, desde amenazas hasta ataques directos, todos por afines a Manfred Reyes Villa, también la parte positiva que lo conectó con el sentir de la población que se siente abandonada por la alcaldía.
Giorgio relata que, desde que se hizo público el proceso revocatorio, su vida dio un giro completo, puesto que, al estar expuesto ante la población con este nuevo objetivo, le llegaron también todo tipo de amenazas por medio de las redes sociales y también de manera personal.
La situación no es para menos, puesto que cualquiera se sentiría inseguro, desconfiado o preocupado sobre lo que pueda pasar al día siguiente si recibes amenazas de muerte, imágenes de armas de fuego u otros abusos verbales en las calles, por parte de sujetos que más allá de entender sobre la libertad de expresión, tratan de amordazarla para mantener sus intereses intactos.
Giorgio debe enfrentar todo esto y presentarse junto a sus libros en la plaza principal, donde la situación no cambia, si no empeora. Él cuenta que la gente al pasar emite frases despectivas en su contra, tratan de intimidarlo jalando el banner que utiliza o incluso, llegan a plantarse a pocos centímetros de su rostro como esperando una reacción agresiva por su parte. Terrazas asegura que nunca cayó en este tipo de provocaciones más allá de que incluso lleguen a insultarlo de manera racista.
Nuestro medio, al momento de la entrevista, fue también testigo de las frases que utiliza la gente al pasar tratando de desestimar el proceso y reprochando que se cuestione la imagen del alcalde Reyes Villa.
En pasadas semanas, se había registrado el ataque de una anciana en contra de Giorgio; la señora rompió de manera agresiva uno de los libros notariados y trató de agredir físicamente al promotor. Durante nuestra entrevista, otro sujeto llegó frente a la mesa de firmas, y como si se tratase de un recital, empezó a declamar toda una prosa en defensa del alcalde. La apariencia y estado de estos sujetos, da a pensar que podrían ser instruidos para ejecutar estas acciones en diversos momentos del día. Giorgio señala que siempre regresan para repetir estas acciones y minimizar de este modo el revocatorio.
Giorgio no tiene certeza respecto a quién maquina las agresiones, pero considera que podría ser la misma gente de la alcaldía, con tal de restarle trascendencia al proceso.
El proceso revocatorio continúa. Varios libros fueron distribuidos para su llenado en otros lugares aparte de la plaza 14 de Septiembre. Giorgio recalca que no recibe el apoyo del MAS, pese a las acusaciones de la alcaldía y las declaraciones de concejales que celebraron este proceso ciudadano. Indica que en ningún momento se acercaron para ayudarlo y que está más en contacto con dirigentes vecinales.
Terrazas teme por lo que pueda pasarle a su vida después de que termine el plazo del revocatorio. Las amenazas son tantas que incluso llegaron a familiares que viven en la ciudad de La Paz, pero Giorgio asegura que, pase lo que pase, es la mejor decisión que pudo tomar, ya que demuestra que el miedo a las autoridades debe ser superado.
No tiene la certeza de completar el 30% de firmas solicitadas, pero continuará con el proceso por convicción y desde un análisis general, también como una muestra del descontento en la población que no puede ser tapado con agresiones o violencia, ya que son una muestra de que se debe obrar para todos los sectores, invariablemente de las ideologías o creencias que sigan.