Protector solar ‘mineral’ vs. ‘químico’: ¿cuál es el mejor para cada persona?

Agencias
Ante la preocupación de que los llamados protectores solares «químicos» puedan ser perjudiciales para nuestro cuerpo, cerebro e incluso los arrecifes de coral, las fórmulas minerales se han convertido en la porción de mayor crecimiento del mercado mundial de estos productos.
Sin embargo, el debate sobre los protectores solares «químicos» y los «minerales» están plagados de ideas equivocadas.
Muchas afirmaciones que circulan con frecuencia —como que los protectores solares minerales no contienen químicos, que se ha demostrado que los protectores solares químicos son dañinos, o que los minerales solo reflejan los rayos UV mientras que los químicos los absorben— son engañosas o directamente falsas.
De acuerdo con un experto, la confusión empieza con los términos.
«Todo es una sustancia química», señala Brian Diffey, profesor emérito de fotobiología en ciencias dermatológicas de la Universidad de Newcastle (Reino Unido) e inventor de la clasificación por estrellas UVA para los protectores solares.
Lo que la gente suele llamar filtros «químicos» en realidad se denomina con mayor precisión filtros orgánicos, ya que contienen enlaces de carbono e hidrógeno, explica Diffey.
Los filtros inorgánicos (a menudo llamados minerales), como el dióxido de titanio y el óxido de zinc, no tienen esos enlaces. Pero todos son sustancias químicas.
Los expertos aseguran que no hay ninguna diferencia real entre que el protector «absorba» o «refleje» los rayos UV.
Inicialmente, se creía que los protectores solares orgánicos absorbían la radiación ultravioleta (UVR), mientras que los inorgánicos la reflejaban y dispersaban físicamente de la piel.
Esta creencia se perpetuó en una monografía de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) de la década de 1970.
Esta idea aún se escucha con frecuencia hoy en día, incluso de fuentes aparentemente confiables. También es en parte la razón por la que los protectores solares inorgánicos a veces se denominan «protectores solares físicos», lo que implica que bloquean los rayos UV como un paraguas desvía las gotas de lluvia.
«Se dice que los protectores solares minerales o inorgánicos reflejan la radiación ultravioleta», afirma Antony Young, profesor emérito de fotobiología experimental en el King’s College de Londres e investigador de toda la vida sobre la eficacia de los protectores solares. «Y eso no es cierto».
De hecho, un estudio de 2015, revisado por pares, determinó que el dióxido de titanio y el óxido de zinc modernos solo reflejan o dispersan entre el 4 y el 5 % del rango UV. Absorben el 95 % restante.
Los científicos saben que los protectores solares inorgánicos absorben los rayos UV desde la década de 1980, tanto que los autores del estudio de 2015 ya parecían exasperados por tener que aportar más pruebas.
Tanto los bloqueadores solares «químicos» como los minerales absorben parte de la radiación UV del sol.
El estudio subraya, una vez más, que los filtros UV «físicos» o «minerales», pese a no disolverse, en realidad cumplen la misma función que los filtros UV «químicos» solubles.
Estos datos indican claramente que estos filtros actúan principalmente como materiales que absorben la radiación UV, y no como materiales que la dispersan o reflejan.
Ni siquiera reflejan ese 5%, añade Diffey: «Lo dispersan». Los rayos UV no rebotan en la superficie de las partículas inorgánicas. En cambio, explica, «los rayos de luz entran en el medio. Rebotan en los átomos o moléculas.
Algunos de ellos luego vuelven a salir. A eso se le llama dispersión».
Además, muchos protectores solares, incluso algunos comercializados como «minerales», utilizan filtros UV tanto orgánicos como inorgánicos.
Pero, en general, según los expertos, no importa si un filtro UV absorbe, refleja o dispersa la radiación UV. La cantidad de calor que genera la piel por absorción es insignificante, representando una pequeña fracción del calor generado por la propia exposición al sol.