Un funcionario policial tras presentar los síntomas del Coronavirus, fue sometido a una prueba rápida para confirmar o descartar la enfermedad.
En la primera prueba de laboratorio le salió positivo, y pasado 15 días de realizó otra prueba donde le salió negativo, contento de los resultados se dirigió a su hogar pensando que están fuera de peligro y que no contagiaria a su familia.
Pero al conocer que su grupo de turno dio positivo, asustado nuevamente se sometió a una tercera prueba, donde le salió positivo.
Atemorizado y con la incertidumbre continua su trabajo cumpliendo sus funciones de resguardar la seguridad de la población y hacer respetar la emergencia sanitaria.