El economista Luis Arce, que dio la gran sorpresa al ganar la presidencia de Bolivia en primera vuelta, se benefició del capital político construido durante décadas por el ex mandatario Evo Morales.
Su triunfo en la primera ronda, no anticipado por las encuestas, pavimenta el regreso a Bolivia de Morales desde su exilio en Argentina y sirve al líder del Movimiento al Socialismo (MAS) para reivindicarse políticamente, 11 meses después de su dimisión en medio de una convulsión social.
“El MAS ha ganado las elecciones ampliamente, incluyendo la Cámara de senadores y diputados. Bolivia tiene a Arce de presidente(…) Lucho (apodo del candidato del MAS) será nuestro presidente (…), el devolverá a nuestra patria el camino del crecimiento económico”, dijo el ex presidente boliviano desde Buenos Aires.
Arce ganó las elecciones como abanderado de la bonanza económica del gobierno de Morales (2006-2019), cuando él era ministro de Finanzas.
Economista de 57 años, estudió en la estatal Universidad Mayor de San Andrés en La Paz e hizo una maestría en la universidad británica de Warwick.
Trabajó 18 años en el Banco Central, donde ocupó diversos cargos, y fue ministro de Economía y Finanzas casi todo el periodo de Morales, con una pausa de 18 meses. Tiene un perfil más tecnócrata que político. También se dedicó a la docencia y encabezó numerosos cursos en universidades de Bolivia, Estados Unidos y otros países de América Latina, entre ellas Harvard, Columbia y la Universidad de Buenos Aires.
Bajo el mandato de Morales, Bolivia elevó su Producto Interno Bruto (PIB) de 9.500 millones de dólares anuales a 40.800 millones y redujo la pobreza del 60% a 37%, según datos oficiales.
La bonanza permitió pagar bonificaciones a miles de mujeres embarazadas, escolares y ancianos, e inversiones millonarias para intentar industrializar el litio y el gas natural. “Tomamos decisiones adecuadas que llevaron a nuestro país a liderar varios indicadores económicos y sociales en la región”, señaló Arce tras ser designado abanderado presidencial del MAS, honor que siempre había tenido Morales.
Durante su gestión a cargo del ministerio de Economía, una de sus medidas más importantes -y polémicas- fue una serie de nacionalizaciones, como la de los hidrocarburos. El flamante presidente de Bolivia sostuvo que esa medida fue uno de los pilares de la recuperación económica del país.
Arce renunció al cargo en 2017 tras sufrir un cáncer de riñón. Luego de una larga recuperación en Brasil, volvió a Bolivia y retomó el puesto.
Con fuertes críticas al gobierno transitorio de Jeanine Áñez, hizo campaña afirmando que “la economía no es un juego”, una forma de llevar agua a su molino como conocedor de los tejemanejes de la economía boliviana. Padre de tres hijos, Arce nació el 28 de septiembre de 1963 en La Paz en el seno de una familia de clase media. Sus padres eran profesores.
Su origen y formación son diferentes a los de Morales, quien nació en una familia de modestos campesinos y pastores de llamas, trabajó durante toda su infancia, por lo que fue poco tiempo a la escuela, y su lengua materna es el aymara. En los deportes también son diferentes, pues a Arce le gusta el básquetbol y Evo el fútbol.