El ex ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, volvió a aparecer al lado de Evo Morales en las concentraciones de masas que ensaya el expresidente en distintos puntos del país. El sábado en una de esas reuniones el exministro dijo que deben parar el discurso de división y que si se divide el MAS él «aparecerá acribillado a balazos», reflejando un claro temor por la insurgencia de una corriente renovadora en el masismo.
“Tenemos que tener conciencia de lo que estamos pidiendo, de lo que estamos diciendo ante los medios de comunicación, de una pata están saltando los ‘derechosos’ en este país, los golpistas, los militares sediciosos, los policías corruptos, tenemos que parar esto (los pedidos de renovación), porque si se divide nuestro proceso a todos nos van a perseguir. Yo no voy a estar en la embajada de México, voy a estar con 25 proyectiles, seguramente tirado en la calle, y ya no va a haber perdón compañeros”, dijo un furibundo Juan Ramón Quintana pidiendo a los militantes que dejen de hablar de renovación interna en el MAS.
Desde principios de año, el MAS soporta un cisma interno de dos corrientes claramente identificadas, la primera que pide renovar todas las estructuras partidarias, y la segunda, que plantea preservar la dirigencia de Evo Morales.
Quintana dijo que el Gobierno de Áñez cometió muchos errores y fallaron en los planes que hubieron forjado, aseguró que el plan era tener un gobierno por los próximos 20 años, pero que los errores de Áñez y su gabinete favorecieron el retorno del MAS.
“Después del golpe Estados Unidos estaba esperando un presidente que les facilite la dictadura de 20 años, eso estaba esperando Estados Unidos, y por eso desplegó a los golpistas de Tuto Quiroga, (Carlos) Mesa o (Luis Fernando) Camacho que le entregaron a Estados Unidos una carnicera y se jodieron compañeros, eso fue una casualidad histórica, pero no hay dos casualidades históricas”, alertó Quintana y en seguida alentó a preservar el liderazgo de Evo Morales. Agencias