Los parásitos son microorganismos que viven dentro o sobre otro organismo y se nutren de él. Como su nombre indica, los parásitos intestinales son aquellos que viven en los intestinos humanos o de otros mamíferos.
Por lo general, son protozoos (como la Giardia) o gusanos (como oxiúridos o tenias) que llegan al cuerpo a través de agua o alimentos contaminados. Los niños suelen ser los más afectados, pero todas las personas están en riesgo de contraerlos cuando se exponen a condiciones sanitarias deficientes.
¿CUÁLES SON LOS SÍNTOMAS?
A menudo, los síntomas de las infecciones parasitarias son difíciles de diagnosticar porque se confunden con facilidad con otras afecciones. Sin embargo, es importante tenerlos en cuenta para darles un tratamiento oportuno.
Falta o exceso de apetito (con descontrol del peso corporal). Trastornos de sueño y sensación de cansancio. Ansiedad y nerviosismo. Inflamación en los ojos. Alergias e intolerancias alimentarias, acompañadas de estreñimiento o diarrea. Dificultades para digerir. Síndrome del colon irritable y dolor de estómago recurrente. Picores en la zona anal. Constantes dolores de cabeza. Calambres musculares y entumecimiento en las manos y pies.
¿CÓMO ELIMINAR LOS PARÁSITOS?
Ante los síntomas de parásitos intestinales lo más conveniente es consultar al médico para recibir un diagnóstico adecuado. En caso de confirmar su presencia en el organismo, es primordial modificar la dieta y reducir al máximo el consumo de azúcares y procesados.
Además, como complemento al tratamiento, se pueden preparar soluciones naturales que apoyen la función digestiva sin causar efectos no deseados. Este es el caso de un remedio natural de clavos de olor y semillas de lino, que hace algún tiempo se viene haciendo popular por su efectividad contra estos microorganismos.
CLAVO DE OLOR
Al clavo de olor se le atribuyen propiedades analgésicas, antiespasmódicas y antibacterianas. Contiene una sustancia llamada eugenol, que previene la coagulación de la sangre y problemas cardiacos.
Aporta nutrientes como: Vitamina B. Vitamina K. Potasio. Calcio. Magnesio. Ácidos grasos omega 3.
Se utiliza en el tratamiento contra: La diarrea. Infecciones como el cólera. La tuberculosis. La malaria. Hongos y afecciones bacterianas.
SEMILLAS DE LINO
Las semillas de lino son uno de los llamados “superalimentos” debido a la riqueza nutricional que las caracteriza. Contienen ácidos grasos esenciales, fibra dietética y una gran cantidad de antioxidantes que favorecen las funciones digestivas.
Tienen una gran capacidad de absorción que contribuyen en la eliminación de las toxinas acumuladas en el colon. También son muy suaves con el estómago y actúan como alimento de la flora bacteriana que protege los intestinos de los agentes dañinos.
REMEDIO DE CLAVOS
Y SEMILLAS DE LINO
Cuando se presentan los síntomas mencionados, lo mejor es acudir al médico para recibir un tratamiento adecuado. Este remedio se puede usar como complemento al tratamiento para combatir los parásitos intestinales.
Ingredientes: 1 cucharada de clavos (12 gramos). 10 cucharadas de semillas de lino (100 gramos).
Preparación: Incorpora los dos ingredientes en un molinillo de café y conviértelos en polvo.
Consumo: Puedes mezclar dos cucharadas del producto en agua tibia, o bien, con el desayuno. Consúmelo de tres a siete días seguidos, descansa el mismo tiempo y retómalo. Repítelo cada tres meses o cada vez que lo consideres necesario. Para óptimos resultados, consume abundante agua durante los días de tratamiento. Para finalizar, recuerda reforzar las medidas de higiene con el fin de evitar el contacto con estos microorganismos.
En caso de tener mascotas en casa, desparasítalas de forma periódica, ateniendo las recomendaciones veterinarias, ya que estos también suponen un riesgo de infección.