Una encuesta del Instituto Datafolha mostró un aumento récord en el nivel de rechazo al presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, que llegó en mayo hasta el 43 por ciento, informó la firma ayer jueves (28.05.2020). En abril quienes calificaban de «mala” o «pésima” la gestión del mandatario ultraderechista sumaban el 38 por ciento de la población. Hace un año, esa cifra era del 30 por ciento.
Pese al aumento de la reprobación, Bolsonaro aún cuenta con el respaldo del 33 por ciento de los brasileños, que consideran «bueno” o «excelente” su gobierno, el mismo nivel que tenía el mes pasado (33 por ciento) y que prácticamente no ha variado desde el 32 por ciento medido en abril de 2019. Los brasileños que pasaron a rechazar al mandatario son los que hasta hace poco calificaban como «regular” su período.
El sondeo del Datafolha, que interrogó a 2.069 personas entre los días 25 y 26 de mayo en distintas regiones de Brasil, expone la polarización creciente del país, en momentos en que Bolsonaro cuestiona con virulencia las medidas de confinamiento social ordenadas por la mayoría de los gobernadores para frenar la epidemia de nuevo coronavirus, que ya dejó más de 25.000 muertos en el gigante sudamericano.
Crisis por todas partes
La polarización es más evidente aún en la franja de la población de mayores recursos económicos, con 42 por ciento de opiniones favorables a Bolsonaro, 49 por ciento de desfavorables y apenas 8 por ciento que juzgan su gobierno de «regular”. El mayor índice de rechazo, de 56 por ciento, se encuentra entre las personas con estudios superiores. Entre quienes solo cursaron primaria, cae a 36 por ciento.
La crisis sanitaria, que a los muertos suma la salida de dos ministros de Salud por divergencias en torno a la estrategia para combatir el virus, se suma una grave crisis política tras la renuncia -hace un mes- del entonces ministro de Justicia, Sergio Moro, quien acusó a Bolsonaro de interferir políticamente en la Policía Federal. Además, las cifras económicas tampoco acompañan al líder ultraderechista: la paralización de actividades ha dejado a unos 5 millones de brasileños desempleados y puede provocar una histórica caída del 5 por ciento del PIB este año. Agencias