Su jornada laboral inicia cuando todos están descansando, recogen la basura que se produjo en el día, toleran los malos olores, malos tratos, las inclemencias del tiempo. La ciudad duerme y ellos realizan una labor sacrificada y poco valorada para tener una Cochabamba saludable y libre de desechos.
TODO IMPECALBLE SIN UN GRACIAS
Son los recolectores, aquellos que viajan en la parte de atrás de un camión parados, aguantando de acuerdo a la temporada la lluvia o el inclemente frío, un impermeable o una chaqueta son toda la protección que tienen. Ocho horas de recoger y recibir la basura de cada uno de los cochabambinos, además la reciclan en el momento, se toman el trabajo de separar lo útil de lo totalmente desechable.
No hay ambientadores para tapar el olor de la basura, pero ello no es un impedimento para los trabajadores, padres, hermanos, hijos que encontraron una forma de sostener a sus familias, haciendo lo que nadie quiere hacer.
De igual forma están las barrenderas que empiezan a trabajar a las 24.00 y su trabajo se extiende hasta las 7.00, son responsables de dejar las calles libres de desechos para que cuando el movimiento regrese a la ciudad los cochabambinos encuentren las calles y avenidas limpias.
Se enfrentan a la noche con todos sus peligros, ellas salen a trabajar, pero también los antisociales a delinquir, los borrachos y adictos deambulan, las insultan e intimidan; sin embargo, ellas continúan con sus obligaciones.
Son madres que después de toda una noche de trabajo llegan a sus casas a atender a sus hijos, les preparan el desayuno y empieza la jornada dentro del hogar.
Los apalladores empiezan a trabajar a las 7.00 y extienden su jornada hasta las 15.00, este grupo va “cazando la basura” que dejan aquellas personas inconscientes que en lugar de depositar su desecho en un contenedor lo tiran en la calle.
Por último, están los conductores de los camiones que son los responsables de recoger y vaciar los contenedores o cambiarlos por otros vacíos.
Todos están acostumbrados a tener una ciudad libre de basura, pero nadie se pone a pensar en el trabajo de mujeres y hombres sacrificados que jamás reciben las gracias, más al contrario algunas veces son maltratados.
24 HORAS RECOGIENDO BASURA
Jorge Zambrana gerente de La Empresa Municipal de Servicios de Aseo (EMSA), señaló que el equipo de recojo de basura llega a 520 personas entre choferes, ayudantes, barrenderas, supervisores, apalladores, etc.
Estas 520 personas son responsables de las 700 toneladas de basura que se generan diariamente en el municipio de Cochabamba, los fines de semana y feriados esta cantidad se incrementa a 750 toneladas. Están divididos en grupos que llegan a trabajar las 24 horas del día.
“Ese es el trabajo grande que hacemos en diferentes horarios, armamos durante 24 horas el recojo de basura. En los mercados hay gente de limpieza de forma permanente mientras están abiertos a la ciudadanía las 8 horas laborables”, señaló Zambrana.
Estos trabajadores de aseo manejan unos triciclos con los que van recogiendo los desechos de las caseritas, para brindar a las amas de casa centros de abasto limpios y acogedores.
50 contenedores soterrados
Para esta gestión la Empresa Municipal de Servicios de Aseo (EMSA) tiene previsto instalar 50 contenedores soterrados en distintos puntos de la ciudad, para tener un mejor manejo de la basura.
El gerente de la empresa, Jorge Zambrana, lamentó que en los puntos donde se tienen ya instalados estos contenedores haya personas inescrupulosas y destructoras que, en lugar de depositar correctamente su basura, la dejen fuera del contenedor, además de provocar daños al ornato público subiendo con sus vehículos a la acera.
Se tiene previsto solicitar la instalación de cámaras para que se pueda registrar números de placas y poder identificar a los malos ciudadanos.
Asimismo, EMSA tiene planificado elaborar anuncios para televisión y radio con los que se pretende generar conciencia en los cochabambinos acerca del correcto uso de los contenedores y basureros, además de la importancia de no botar desechos en lugares públicos.