Reducir el azúcar, colesterol y ácido úrico con alcachofa

La alcachofa, también conocida en algunos lugares del mundo como alcaucil, es una hortaliza con un alto contenido de vitaminas, minerales y sustancias antioxidantes. Desde siempre se ha valorado a nivel medicinal, ya que es uno de los alimentos más completos desde el punto de vista nutricional. También tiene beneficios como depurativo natural y su consumo facilita la eliminación de aquellas sustancias que alteran el funcionamiento de los principales órganos del cuerpo. En esta ocasión queremos compartir sus efectos en la salud y la forma de prepararla en agua para aprovecharla al máximo.

CONTROLA EL COLESTEROL

Su alto contenido de fibra, vitamina C y fitoesteroles contribuye a reducir los niveles de colesterol malo, a la vez que aumenta el colesterol bueno. Por otro lado, contiene cinarina, una sustancia que estimula la secreción biliar para facilitar la digestión de las grasas e impedir que se acumulen en el cuerpo. También aporta flavonoides, cuyo efecto antiinflamatorio contribuye a reducir el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.

Los ácidos cafeico y linoleico contribuyen a reducir los niveles de purinas en la sangre, algo que mejora la circulación y facilita la eliminación del ácido úrico. También actúa como un potente diurético, ya que elimina los líquidos retenidos en los tejidos y reduce los síntomas de enfermedades inflamatorias como la gota y la artritis.

MEJORA LA SALUD HEPÁTICA

Al contribuir a la disolución de las grasas, las alcachofas sirven para proteger el hígado y mejorar su función. De hecho, están recomendadas para las personas que padecen cirrosis o que tienen el hígado muy afectado. El consumo de su agua favorece su recuperación y le proporciona nutrientes esenciales para que se restablezca cuanto antes.

AYUDA EN LA DIGESTIÓN

Por su aporte significativo de fibra, el agua de alcachofa también mejoran la digestión. Su consumo apoya la absorción adecuada de los nutrientes y sirve para calmar molestias comunes como las distensiones y la acidez. Mejora el movimiento intestinal para combatir el estreñimiento y, aunque suene contradictorio, también es un gran remedio para combatir la diarrea.

Aunque este alimento se puede incluir en varias recetas, una de las formas más recomendables de tomarla es mediante la preparación de una bebida natural. Esta permite conservar gran parte de sus propiedades y lo mejor es que contiene muy pocas calorías. Lo importante es saber elegir alcachofas sanas, fijándose en el tamaño, las yemas y las hojas, que deben estar bien definidas y de color verde.

Ingredientes: 3 alcachofas medianas. 1 litro de agua.

Preparación: Lava bien las alcachofas, córtale los extremos del tallo y córtala. A continuación, llévala a una olla con el litro de agua y déjala hervir durante 15 minutos. Pasado el tiempo aconsejado, retírala y déjala reposar tapada.

Modo de consumo: Ingiere un vaso de la bebida antes del desayuno y el almuerzo. Tómala, por lo menos, durante tres semanas seguidas. La puedes tomar fría o caliente. En el refrigerador puede durar hasta una semana.

¡A TENER EN CUENTA!

Las personas que sufren de hipersensibilidad deben tener mucho cuidado al ingerir esta agua. No está aconsejada para aquellas que tienen alguna obstrucción o litiasis biliar. No se debe ingerir en exceso, porque conlleva a la producción de gases o flatulencias.

En caso de estar tomando medicamentos es mejor consultar al médico para descartar posibles reacciones desfavorables. Al incluir esta agua en la dieta, bajo las recomendaciones dadas, puede ayudar a mejorar la salud y el peso. Eso sí, cabe recordar que sus efectos no son inmediatos y solo se obtienen cuando se consume durante varios días seguidos y de forma regular.