Las infecciones urinarias se producen cuando bacterias, como la Escherichia coli, pasan a la orina y viajan a la vejiga o los riñones. Sentir ardor al orinar, ganas constantes de ir al baño o presión en la pelvis puede desesperar a más de uno.
1. Agua
Aunque la cantidad varía con cada persona, se suele recomendar la ingesta de 3 litros diarios para los hombres y 2.1 litros diarios para las mujeres. Si tienes dudas, consulta con tu médico.
2. Vitamina C
Puedes consultarle al médico sobre el consumo diario de alimentos con vitamina C, como el limón o la naranja. En caso de tener problemas de absorción, consulta con el médico sobre la posibilidad de consumir algún suplemento. Si sientes náuseas, calambres estomacales, dolor de cabeza o acidez, suspende su consumo.
3. Arándanos
Consume zumo de arándanos cada día según las indicaciones médicas, pero no añadas azúcar. Otra opción es licuar media taza de arándanos frescos con un vaso de agua. Bebe de inmediato y repite a diario. Beber mucha cantidad podría provocar malestar estomacal y diarrea. Además, no es recomendable si tienes antecedentes de cálculos renales porque puede aumentar el riesgo de padecerlos.
4. Agua de coco
Puedes preparar agua de coco casera al perforar un coco y quitarle la parte blanca. Luego, colócala en una licuadora, suma cuatro vasos de agua y licúa todo. Se puede refrigerar para beberla fresca durante el día. Algunas personas también consumen el aceite de coco virgen. Pregunta a tu médico antes de optar por ese método. No la bebas si tienes niveles elevados de potasio en la sangre y consulta con un médico si padeces problemas renales.
5. Ajo
Pela dos dientes de ajo y machácalos. Añade una taza de agua caliente y deja reposar por cinco minutos antes de beber. Repite este tratamiento las veces que te indique el médico hasta que los síntomas desaparezcan. No lo consumas si tienes algún trastorno hemorrágico y suspende en caso de notar acidez, gases o diarrea.
6. Cebolla
De forma tradicional, se utiliza tanto cruda como en decocciones. Para hacer un té, pela un cuarto de una cebolla pequeña, pícala y ponla a hervir en medio litro de agua durante veinte minutos. Retira, cuela y bebe el caldo. Ten presente que puede aumentar la indigestión, retardar la coagulación sanguínea y reducir el azúcar en la sangre.
7. Cáscaras de plátano
Algunas maneras de incorporarlas en tu dieta es incluirlas en los platos, tanto crudas como asadas. Tan solo debes lavarlas, cortarlas y agregarlas a tus preparaciones favoritas, como licuados y bizcochos, o cocinarlas en el horno hasta que estén crocantes.
8. Semillas de sandía
Una forma de consumirlas es preparar una infusión. Para hacerla, calienta una taza de agua y agrega una cucharadita de semillas. Espera cinco minutos, cuela y consume. También puedes tostarlas, machacarlas y agregarlas a la harina de las preparaciones. Otro método consiste en comer varios trozos de sandía por día. También es una buena medida para prevenir las infecciones de orina de forma natural, si se es vulnerable a ellas.
9. Piña
Además de incorporar la fruta a tu dieta, puedes preparar un jugo al licuar un trozo de piña con un vaso de agua. Procesa hasta que quede homogéneo y bebe de inmediato. Ten precaución con su consumo, sobre todo durante el embarazo o si puedes ser alérgico a la piña.
10. Semillas de apio
Con la semilla del apio puedes preparar un té. Para ello, vierte en una taza de agua hirviendo una cucharadita de semillas, tapa y deja refrescar diez minutos antes de beber. Todavía no se conocen los efectos secundarios de su consumo. Por lo tanto, consulta antes con un médico.