Remedios caseros para la amigdalitis

Esta enfermedad se produce cuando las amígdalas bucales (al final del paladar y a los costados del inicio de la garganta) se inflaman, ya sea por causas virales o bacterianas. Las amígdalas son una especie de barrera como defensa de los gérmenes que pueden ingresar a nuestra boca por el aire o los alimentos. Cuando se infectan aumentan su tamaño y hasta se observan puntos de pus. Es cuando se diagnostica amigdalitis.

REMEDIOS CASEROS

Estas recetas naturales te pueden ayudar a tratar el cuadro de inflamación de las amígdalas, como complemento a los medicamentos o bien, cuando comienzan a aparecer los síntomas:

Haz gárgaras con zumo de limón y una cucharada de miel, cinco veces por día. Lava tus dientes al terminar para evitar el efecto corrosivo que tiene el limón en las dentinas. Realiza un emplasto de hojas de salvia hirviendo (o lo más caliente posible). Aplica en la garganta y envuelve con un pañuelo o paño para que el calor se mantenga. Cuando se enfría, sustituir por otro. Se pueden hacer, mientras tanto, gárgaras de infusión de salvia, tibia.

Mezcla una cucharada de miel, una de vinagre de manzana y una taza de agua tibia. Bebe pequeños sorbos lentamente sin dejar que se enfríe. Realiza una infusión de tomillo. Añade el zumo de medio limón y una cucharada grande de miel y bebe. Mezcla el zumo de un limón con una cucharada de bicarbonato de sodio. Realiza gárgaras tres o cuatro veces al día. Limpiarás las placas que están “molestando” a tus amígdalas.

Come un par de dientes de ajo o rodajas de cebolla crudos cada día. Coloca en fuego lento algunos higos secos y dos cucharadas de miel. Añade agua y bebe una cucharada de este jarabe tres veces cada día.Mezcla leche tibia o caliente con arcilla hasta que se forme una pasta blanda. Colocar como cataplasma con una tela gruesa alrededor del cuello.

Hierve tres cucharadas de romero con una taza de vino blanco y una cucharada de miel. Realiza gárgaras tres veces por día. Mezcla un vaso de zumo de naranja con dos cucharadas de pulpa de aloe vera. Bebe en ayunas esta preparación.

Mezcla media taza de agua con ¼ taza de vinagre de manzana. Empapa con ello un pañuelo y envuelve alrededor de tu garganta. Deja hasta que se seque. Hierve una taza de agua y vierte en ella una cucharadita de flores de manzanilla y otra de salvia durante 5 minutos. Deja infusionar por 15 minutos, tapado. Cuela y haz gárgaras cada dos horas.

Hierve una taza de agua y añade una cucharadita de romero, otra de tomillo y una de cardamomo. Tapa y deja entibiar. Cuela y bebe una taza por día. Es un antiséptico preventivo, además de ayudarte a tratar la amigdalitis, siendo ideal para los que padecen esta enfermedad con frecuencia.

Licua tres pedazos de piña, un plátano maduro, agua y dos dientes de ajo. Bebe en ayunas por la mañana. En una olla calienta tres cucharadas de vino blanco, una de miel y un vaso de agua. Enjuaga la boca y la garganta tres veces por día.

EVITA LA AMIGDALITIS

Debes mantenerte saludable y seguir una dieta adecuada, con muchas verduras y frutas que ofrezcan vitamina C, que sirven para mejorar el sistema inmunitario (por ejemplo los cítricos, mandarina, naranja, pomelo, etc)

Aléjate de aquellas personas que están enfermas para no contagiarte. Si es alguien de tu familia, protege tu boca o no pases demasiado tiempo con él.

Duerme por lo menos 8 horas al día, porque te ayudará a proteger tus defensas.

Mantén siempre tu casa limpia, sobre todo después de un cuadro de enfermedad de este tipo. Ventila los cuartos, cambia las sábanas, abre bien las ventanas, desinfecta el baño y los suelos, etc.

No fumes y evita estar cerca de personas que si lo hagan.

Bebe mucha agua cada día, aunque no tengas sed, al menos se recomiendan dos litros por día. También sopas, zumos naturales y batidos. Abrígate cuando hay cambios climáticos y las primeras bajas temperaturas.

Evita estar expuesto a corrientes de aire y no permanezcas demasiado tiempo con la ropa, el calzado o los pies mojados.Coloca un humidificador en casa, sobre todo en las habitaciones.