Remedios caseros para la gripe en invierno  

Si quieres sobrevivir al frío invernal y hacerle frente a la gripe de una forma más natural, aquí tienes un listado de remedios caseros para reforzar tu sistema inmunitario mediante bebidas naturales y alimentos con poderes curativos.

Té de madreselva japonesa. Uno de los remedios caseros para la gripe podría ser el té de madreselva japonesa, una hierba típica de la medicina china utilizada, históricamente, para curar infecciones virales, problemas respiratorios, diuréticos y depurativos. Esta hierba es antibacteriana, antiinflamatoria y, en su preparación, combina muy bien con la miel, el limón y la menta.

Té de jengibre. El té de jengibre es un antiinflamatorio muy potente gracias a sus propiedades nutricionales. La raíz de jengibre está repleta de fibra, potasio, fósforo, magnesio, hierro, gingerol que le otorga al té un efecto analgésico, evita las náuseas y vómitos, también tiene un efecto directo contra el frío porque el sabor picante potencia el sudor y calienta el organismo, calma la tos y la gripe.

Zumo de naranja con limón y propóleo. El zumo de naranja es conocido por su aporte de vitamina C y su efectividad ante la gripe, pero la verdad es que ningún zumo de fruta es capaz de curar ni la gripe, ni los resfriados, aunque sí es cierto que tomarlo tanto antes como durante, puede acortar la duración de la sintomatología completa. Si al zumo de naranja le añadimos un cítrico como el limón y otra sustancia antibiótica, antiinflamatoria y analgésica como el propóleo, le daremos un plus de vitaminas y propiedades nutritivas al zumo capaces de reforzar nuestras defensas.

Té de miel y limón. El té de miel y limón sería el archiconocido remedio casero para combatir los síntomas de la gripe, catarros y resfriados, ya que la combinación de bebida caliente con ambos ingredientes alivia la congestión nasal y suaviza la irritación de garganta y la tos. El limón, por su parte, aportará la dosis de vitamina C necesaria y la miel, que es una fuente de energía con propiedades antibacterianas, aliviará las molestias y favorecerá el aumento de las defensas.

Té de equinácea. El té elaborado con esta planta medicinal inmunomoduladora es capaz de llegar a reducir la duración de los síntomas del resfriado. En algunos casos puede interactuar con algunos medicamentos, por lo que, si se diera el caso, lo más idóneo sería consultarlo con el médico.

Yogur. Desayunar, merendar o comerse de postre un yogur, nos asegura tener un cuerpo lleno de probióticos perfectos para reducir cualquier inflamación de nuestro cuerpo.

Granada, fresas, kiwi. La vitamina C es un poderoso antioxidante para nuestro cuerpo y, aunque no previene el contagio, puede ser de gran ayuda para disminuir la duración de todos los virus invernales.

Legumbres. Ante las bajas temperaturas del invierno, consumir legumbres puede ayudarnos a mantener el calor corporal gracias a la energía que nos aporta un alimento hipercalórico. A este beneficio se le añade también que las legumbres son ricas en zinc, cuyo mineral es capaz de prevenir el riesgo de los síntomas de un resfriado o gripe.

Sopa de pollo. La sopa, al ser un líquido caliente, de por sí genera una sensación de bienestar, pero si además a esa sopa le añadimos pollo, el remedio casero de las abuelas obtiene una capacidad antiinflamatoria que resulta beneficiosa para la gripe.