Como su propio nombre indica, una quemadura solar consiste básicamente en una quemadura, pero en lugar de ser causada por el agua hirviendo, el fuego o por una estufa caliente, es causada por una exposición excesiva a la radiación ultravioleta del sol. Por este motivo, como ocurre con el resto de quemaduras, las quemaduras solares también pueden ocasionar la aparición de quemaduras de primer grado, que son consideradas como el tipo más habitual o común.
HIELO
El hielo o cualquier elemento frío puede ser de mucha ayuda a la hora de calmar el dolor, y reducir la inflamación. Solo tienes que envolver una compresa de hielo, o utilizar una simple bolsa de verduras congeladas, en una toalla suave, y aplicarla sobre la quemadura.
MIEL
La miel puede convertirse en un ungüento natural maravilloso para tratar y aliviar las quemaduras. Es más, algunos estudios han sugerido que podría funcionar mejor que algunas cremas antibióticas, al acelerar la curación, reducir la infección y disminuir o minimizar el dolor. El remedio básicamente consiste en aplicar un poco de miel sobre la quemadura, esperar que actúe durante unos minutos y dejar que se seque.
ÁLOE VERA
El áloe vera es calmante, además de antiinflamatoria, ayuda a aliviar las molestias, acelerar la curación e hidratar la piel. Para obtener el gel fresco solo tienes que dividir o cortar una hoja de la planta, y aplicar directamente sobre la piel la savia.
LECHE
La leche fría puede actuar como un excelente calmante de las molestias, además de ayudar a refrescar la piel y reducir el calor. Para aplicarlo únicamente tienes que colocar una gasa de algodón o una toallita empapada en leche fría sobre la zona enrojecida.
HARINA DE AVENA
Si tienes copos de avena finos en casa puedes optar por molerla y triturarla muy finamente para obtener avena coloidal. O, si lo deseas, puedes comprarla directamente en herbolarios o farmacias. Cuando se combina con el agua del baño actúa como un maravilloso antiinflamatorio natural. Para maximizar sus beneficios, puedes verter el equivalente a una taza de avena coloidal (o avena molida muy finamente, como polvo) en el agua del baño tibia, y remojar la piel del niño durante algunos minutos, hasta que las molestias se calmen.
BICARBONATO DE SODIO
Añadir un poco de bicarbonato de sodio al agua del baño, y remojar la piel quemada en ella, puede ayudar a aliviar la inflamación y calmar el dolor.
MAICENA
De la misma manera que el remedio natural mencionado anteriormente, el almidón de maíz podría actuar de forma similar a como lo hace el bicarbonato sódico, ya que también actúa como un antiinflamatorio natural.
Para utilizarlo simplemente debes añadir un poco de maicena en el agua del baño tibio, y remojarse en ella durante algunos minutos.
HIDRATACIÓN
Mantener una hidratación continua y regular es fundamental para mantener la piel del bebé y del niño debidamente hidratada. Por tanto, una opción interesante es utilizar alguna crema hipoalergénica. Eso sí, en esta ocasión la vaselina no es muy útil, puesto que actúa atrapando el calor, pudiendo bloquear los poros, lo que aumentará a su vez el riesgo de infección. Agencias